“Mejor... solteras” no es una comedia romántica típica. Evita los clichés del melodrama y la búsqueda desesperada del príncipe azul. En cambio, la película ofrece un retrato honesto y a veces incómodo de la vida soltera en el corazón de Nueva York. Más que un simple catálogo de citas fallidas, la película explora la complejidad de la soledad moderna, la validación de la independencia y la dificultad de encontrar conexión auténtica en una sociedad que constantemente nos bombardea con la idea de que necesitamos pareja para ser completos.
La dirección de Marc Meyers es suave y observacional. La cámara no se detiene en las sorrisas forzadas o las miradas de desesperación, sino que se centra en los pequeños momentos de vulnerabilidad, en los silencios incómodos y en las conversaciones que revelan la soledad subyacente de cada personaje. Meyers logra construir una atmósfera melancólica sin caer en el sentimentalismo excesivo, permitiendo que el espectador se sumerja en las vidas de estos seis amigos mientras intentan, a su manera, lidiar con el vacío emocional. La película se beneficia de un ritmo pausado, permitiendo que la relación entre los personajes, y con el público, se desarrolle de forma orgánica.
El elenco es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Las actuaciones son sólidas y naturales. Simone Kirby como Alice es particularmente destacada, capturando la inteligencia, el sarcasmo y la profunda melancolía de una mujer que, a pesar de su éxito profesional y social, siente una enorme soledad. Las interpretaciones de Brittany Henna, Lizzy Caplan y Kate Hudson complementan a la perfección, aportando matices a los personajes y a las dinámicas de grupo. Incluso los papeles secundarios, interpretados por Bill Irwin y Kyle MacLachlan, están bien ejecutados y contribuyen a la riqueza narrativa de la película. Cada actor y actriz ofrece una visión particular y matizada de la experiencia de la soltería, evitando caer en estereotipos.
El guion, coescrito por Abby McSweeney y Erin Greco, es donde la película realmente brilla. Se aleja de la premisa del "amor a primera vista" y se centra en mostrar que la soledad puede manifestarse de maneras muy diversas y que la búsqueda de la felicidad individual puede ser tan importante como encontrar pareja. Los diálogos son agudos, inteligentes y, a menudo, humorísticos, pero también conmovedores y honestos. La película aborda temas como la autoestima, la presión social, el miedo al compromiso y la dificultad de establecer límites en las relaciones. No ofrece respuestas fáciles, sino que invita a la reflexión sobre cómo construir una vida plena y satisfactoria, independientemente del estado sentimental.
En definitiva, “Mejor... solteras” es una película reflexiva y con buen ritmo que desafía las convenciones románticas. No es una comedia para reír a carcajadas, pero sí es una película que te hará pensar, sonreír y, quizás, reconocer algo de ti mismo en alguno de esos seis solteros de Nueva York.
Nota: 7.5/10