Men with Brooms (2002)

“Men with Brooms” (1992) es una película que, a primera vista, podría pasar desapercibida en la extensa filmografía de la comedia de comedia de los 90. Sin embargo, tras una visión más detenida, revela ser una joya de humor que equilibra a la perfección la sátira, el melodrama y el corazón, y que se ha consolidado con el tiempo como un clásico subestimado. La película, dirigida por Gregor McGill, se centra en Chris Cutter, un hombre de mediana edad que ha abandonado sus sueños y su amor, encontrando un trabajo modesto en un asilo para ancianos.

La dirección de McGill es sorprendentemente sutil y efectiva. No recurre a chistes fáciles ni a situaciones absurdas. El ritmo es pausado, permitiendo que la cámara observe a los personajes en su entorno y que el espectador se conecte con sus emociones. La película se basa en la observación del día a día, en las pequeñas idiosincrasias de los personajes, y en la construcción gradual de la relación entre Chris y sus antiguos compañeros de equipo. Es un estilo que hoy en día, en la vorágine de la comedia instantánea, puede parecer poco común, pero que otorga a la película una autenticidad y una profundidad inusuales. La atmósfera del pequeño pueblo de Long Bay, con su peculiar cultura del curling, se convierte en un personaje en sí mismo.

El núcleo de la película reside en las actuaciones. Paul Gross, como Chris Cutter, ofrece una interpretación magistral, transmitiendo con autenticidad la melancolía, la frustración y la esperanza de un hombre que busca redención. Su evolución, desde el hombre desilusionado que rehuye su pasado hasta el atleta determinado a cumplir la última voluntad de su mentor, es el motor principal de la trama. Leslie Nielsen, en el papel de Gordon Cutter, el padre excéntrico y, a menudo, exasperante, aporta un toque de humor ácido y un genuino cariño por su hijo. Pero la química entre Gross y Nielsen es lo que realmente hace brillar la película. La relación entre ambos, llena de tensión y afecto, es uno de los mayores atractivos de la película. Molly Parker como Amy, la hermana de Julie, también aporta una dosis de frescura y complejidad al argumento.

El guion, adaptado de un episodio de “The Graham Norton Show”, es inteligente y bien construido. Si bien la premisa inicial podría parecer simple, el guion evita los clichés de la comedia romántica y se centra en la amistad, la familia y la búsqueda de la identidad. Las secuencias de curling, coreografiadas con sorprendente detalle, son visualmente atractivas y sirven como un marco para el desarrollo de la trama. Más allá del humor, la película explora temas como el arrepentimiento, el perdón y la importancia de los lazos familiares. La película no intenta ser grandilocuente, pero consigue transmitir un mensaje positivo y humanista.

En definitiva, “Men with Brooms” es una comedia inteligente, conmovedora y visualmente agradable que ha resistido el paso del tiempo gracias a su humor sutil, sus personajes entrañables y su mensaje positivo. Es una película que recompensa la paciencia del espectador y que le recordará la importancia de nunca renunciar a nuestros sueños, sin importar cuán pequeños o absurdos puedan parecer.

Nota: 8/10