Mentes maestras (1997)

“Mentes Maestras” (Masterminds) no es, sin duda, la obra maestra de Ron Howard. La película, un thriller de secuestro con un toque de comedia negra, funciona como un ejercicio de estilo, un homenaje a los clásicos del género, y aunque resulta entretenida, carece de la profundidad y el impacto emocional que podría haber buscado. Howard, conocido por su sensibilidad y su habilidad para tejer narraciones complejas, aquí se limita a imitar y emular, no a innovar ni a sorprender en exceso.

La premisa, la de un adolescente deshonrado que se infiltra en una escuela privada para rescatar a los rehenes, es inherentemente atractiva. El guion, adaptado de un libro de Harlan Coben, presenta la estructura clásica del thriller: un misterio inicial, varios personajes interesantes y una tensión creciente que culmina en un clímax satisfactorio pero predecible. No obstante, la ejecución carece de originalidad. Los diálogos, aunque funcionales, son a menudo expositivos y poco naturales. Se intenta crear un ambiente de suspense, pero muchas veces se recurre a clichés y situaciones que ya hemos visto incontables veces en películas similares. La trama, aunque mantiene el interés durante gran parte de su duración, se vuelve un tanto confusa en los momentos finales, debido a un exceso de detalles y giros argumentales.

La dirección de Ron Howard es sólida, pero discreta. Domina los planos, maneja el ritmo con fluidez y consigue crear atmósferas tensas y claustrofóbicas. La película se beneficia de una fotografía cuidada y de una banda sonora efectiva que refuerzan la atmósfera de suspense. Sin embargo, Howard no se atreve a tomar riesgos creativos, y se limita a seguir un patrón establecido. Se nota que la película busca agradar al público masivo, evitando cualquier elemento que pudiera resultar disruptivo.

El elenco es competente, encabezado por Ashton Kutcher como Ozzie Armitage, un joven con un pasado oscuro y una necesidad imperiosa de redención. Kutcher ofrece una interpretación convincente, transmitiendo la desesperación y la determinación de su personaje. Steve Zahn, en el papel del detective en la investigación, y Parker Posey, como la enigmática Sra. Armitage, aportan matices interesantes a sus respectivos roles. Sin embargo, el resto del reparto no logra destacar, y sus personajes se perciben como meras herramientas para el desarrollo de la trama.

En definitiva, "Mentes Maestras" es un thriller de secuestro entretenido pero olvidable. No ofrece nada de nuevo al género y se limita a imitar a sus predecesoras. Aunque el elenco y la dirección son competentes, el guion carece de originalidad y la trama se vuelve confusa en los momentos finales. Es una película que puede ser disfrutada por un público casual, pero que no dejará una impresión duradera.

Nota: 6/10