Mi chófer (1986)

“Mi Chófer” (My Driver) es un thriller psicológico sutilmente inquietante, una película que te atrapa desde el primer momento con una atmósfera densa y un protagonista central que, a pesar de no ser el centro de la acción, se convierte en el verdadero motor de la trama. La historia, que se centra en la complicada relación entre una joven y ambiciosa chofer y el frío y enigmático hijo del propietario de la flota de lujo, se desliza como un velero en aguas turbias, revelando secretos y mentiras en cada capítulo. La película no se basa en explosiones ni persecuciones, sino en la construcción gradual de la tensión, gracias en gran parte a la dirección magistral de Christian Begeot y Damien Lagrave.

Begeot y Lagrave logran crear una sensación constante de incomodidad, una inquietud que impregna cada plano, cada diálogo. La puesta en escena es minimalista, pero efectiva; las imágenes son precisas y evocadoras, y la banda sonora, discreta pero impactante, contribuye a reforzar la atmósfera de suspense. La película utiliza el espacio, la luz y la sombra para comunicar el estado emocional de los personajes, creando un juego visual fascinante que complementa la narrativa. No se explican todas las cartas en la mesa; la ambigüedad es una herramienta clave para mantener al espectador en vilo, forzándole a interpretar y a sacar sus propias conclusiones.

El corazón de la película reside en la interpretación de la actriz principal, Inés Navart. Su Juliette es una mujer inteligente, observadora y con una determinación férrea. Navart logra transmitir la vulnerabilidad de Juliette, a la vez que la muestra como una figura implacable en su búsqueda de ascenso. Su actuación es natural y creíble, y la química que genera con su contraparte masculina, interpretada con frialdad y precisión por Stéphane Volkov, es palpable. Volkov, como el dueño del negocio, ofrece un retrato de un hombre consumido por el poder y atormentado por sus propios fantasmas, sin recurrir a clichés. Su personaje es complejo, reservado y absolutamente desconfiado, lo que lo convierte en un oponente formidable para Juliette.

Sin embargo, es importante reconocer que el guion, aunque sólido y bien construido, tiene algunos momentos un tanto previsibles. La resolución, aunque satisfactoria, podría haberse desarrollado con mayor profundidad y con un giro argumental más sorprendente. La película aborda temas como el poder, la ambición, la identidad y la manipulación, pero podría haber explorado estos conceptos con un matiz aún más profundo. No obstante, la atmósfera opresiva y las excelentes interpretaciones compensan con creces estas pequeñas fallas. "Mi Chófer" es una película que te hará pensar y que te perseguirá con la persistencia de un fantasma, una experiencia cinematográfica que recomiendo encarecidamente a los amantes del thriller psicológico.

Nota: 7/10