Mi proyecto científico (1985)

“Mi Proyecto Científico” es una propuesta de ciencia ficción con un núcleo de premisa prometedor, pero que, lamentablemente, no logra alcanzar su potencial. La película, dirigida por Mark Phillips, se basa en una idea central bastante intrigante: un joven científico al borde del fracaso, que por desesperación, se encuentra con una tecnología capaz de manipular el tiempo y el espacio. La historia se centra en Mike Harlan, interpretado con una notable mezcla de vulnerabilidad y torpeza por parte de Adam Scott, un actor que ha demostrado su talento en papeles más complejos, pero que aquí se ve limitado por un guion que, aunque inicialmente cautivador, se vuelve cada vez más confuso y torpe a medida que avanza.

El guion, en su intento de combinar la ciencia ficción con elementos de drama adolescente, resulta desigual. La relación con su ex-novia es manejada de forma superficial, casi como un trámite, y su desesperación por salvar su proyecto científico se siente más como una excusa para la trama que se desarrolla que como una motivación genuina. El ritmo es irregular; hay tramos de tensión y suspense bien construidos, especialmente en las primeras escenas donde Mike se adentra en la base militar abandonada, pero estos se interrumpen con momentos innecesariamente largos y repetitivos, que ralentizan el avance de la narrativa. La explicación científica, aunque intentando ser rigurosa, se vuelve a menudo densa y complicada, lo que dificulta la comprensión del funcionamiento del artilugio temporal y la complejidad de sus implicaciones.

Las actuaciones son un punto fuerte de la película. Adam Scott, como ya mencioné, ofrece una interpretación sólida, transmitiendo a la perfección la angustia y el miedo de su personaje. También destaca Casey Affleck, quien interpreta al agente del FBI encargado de investigar la actividad de Mike. Affleck aporta una presencia imponente y un aire de sospecha que le da credibilidad al papel. El resto del elenco, aunque con menor desarrollo, cumple con las expectativas. Sin embargo, la dirección de Phillips se centra demasiado en la acción y los efectos especiales, relegando la profundización de los personajes y la exploración de los dilemas morales que plantea la tecnología.

La película, visualmente, es decente. Las escenas en la base militar abandonada son bien filmadas, generando una atmósfera inquietante y de misterio. Los efectos especiales, aunque no son de la última generación, son efectivos para recrear el arte del viaje en el tiempo, con momentos que logran generar cierta sensación de asombro. No obstante, la fotografía y la banda sonora, si bien cumplen su función, no logran elevar la película por encima de sus limitaciones narrativas. En resumen, “Mi Proyecto Científico” es una película con una buena idea inicial y un buen elenco, pero que, por desgracia, queda por debajo de su potencial, debido a un guion inconsistente y una dirección que no logra conectar completamente con el espectador.

Nota: 6/10