Mi segunda vez (2009)

“Mi segunda vez” es, en esencia, una comedia romántica con un toque de melodrama y un dejo de audacia que, a pesar de sus imperfecciones, resulta entretenida y, en ocasiones, sorprendentemente conmovedora. La película, dirigida por Nancy Meyers, se adentra en la compleja dinámica de una mujer en crisis, que se ve forzada a reevaluar sus prioridades y su felicidad, al descubrir la infidelidad de su marido. La decisión de Sandy (Catherine Zeta-Jones) de mudarse a Nueva York es, en principio, radical, pero Meyers la presenta como una búsqueda de redención y, quizás, una forma de reinventarse a sí misma.

Zeta-Jones ofrece una interpretación cautivadora. Su Sandy es una mujer magnética, segura de sí misma y con un encanto palpable, incluso en su momento de desolación. La actriz maneja con maestría la dualidad de su personaje: la madre dura pero amorosa, la mujer que busca venganza, y finalmente, la mujer vulnerable que anhela un nuevo comienzo. Sin embargo, a veces la personalidad exuberante de Sandy domina un poco la película, eclipsando la profundidad de sus emociones. Justin Bartha, por su parte, interpreta a Aram con una naturalidad refrescante. Su juventud y optimismo contrastan fuertemente con la experiencia de Sandy, creando una tensión divertida y, al mismo tiempo, sincera.

El guion, escrito por Nancy Meyers y Pierre Karl Schulman, es donde la película tiene sus mayores problemas. La premisa es sólida, pero el desarrollo de la relación entre Sandy y Aram a veces se siente apresurado. Se intenta crear una química instantánea que, en realidad, se construye de forma gradual, pero a ciertos momentos la película se apoya en clichés románticos y diálogos poco inspirados. No obstante, Meyers logra insertar momentos de humor inteligente, especialmente a través de las interacciones entre Sandy y sus hijos, lo que añade un elemento de frescura a la historia. La comedia familiar es un tema recurrente en la filmografía de Meyers, y aquí no es diferente; se observa una sensibilidad hacia el tema de la familia y las dinámicas entre padres e hijos.

Visualmente, la película es atractiva, con una estética sofisticada que refleja el ambiente de Nueva York. Los escenarios son elegantes y la banda sonora, con canciones de los años 80, contribuye a crear una atmósfera nostálgica. La película no busca revolucionar el género romántico, sino ofrecer una escapada agradable, una historia ligera y divertida sobre el amor, la pérdida y la posibilidad de un nuevo comienzo. Aunque no llega a ser una obra maestra, “Mi segunda vez” es una comedia romántica agradable, con actuaciones sólidas y una propuesta visualmente cuidada. La película se beneficia del carisma de Catherine Zeta-Jones y la intención de ofrecer un mensaje positivo sobre la felicidad en todas las edades.

Nota: 7/10