“Miedo punto com” es, en su esencia, una película que intenta navegar entre la ciencia ficción, el thriller psicológico y el terror, pero al final, no consigue aterrizar plenamente en ninguno de estos géneros. La premisa, la conexión entre la muerte y el uso de un portal online misterioso, es intrigante y evoca inmediatamente ecos de “The Ring” o “El Sexto Sentido”, lo que naturalmente genera expectativas elevadas. Sin embargo, la ejecución, aunque con algunos momentos destacados, resulta desigual y, en última instancia, carente de la fuerza narrativa que podría haberla transformado en una experiencia realmente memorable.
La dirección de David Bowden se caracteriza por un tono visual sobrio y una atmósfera inquietante. La película utiliza eficazmente el color y el sonido para crear una sensación de opresión y paranoia. Los planos cerrados, la iluminación tenue y la banda sonora, compuesta por un sonido omnipresente y casi obsesivo, contribuyen a una sensación constante de incomodidad. Sin embargo, a veces este enfoque se siente excesivo, casi a punto de resultar en una sobrecarga sensorial que resta tensión a la historia. La película evita los jumpscares tradicionales, optando por una construcción de suspense más lenta y perturbadora, lo cual es, en principio, una estrategia inteligente, pero a veces se vuelve un poco artificiosa, alejándose del impacto emocional que podría haber buscado.
El reparto, liderado por Peter Weller y, aunque su papel es limitado, por Rebecca Hall, cumple con el esperado nivel. Weller, como el detective, aporta una seriedad y una lentitud que encajan bien con la atmósfera de la película. Su interpretación, a pesar de no tener muchas oportunidades para demostrar un gran rango emocional, es sólida y convincente. Hall, en su breve pero significativa aparición, ofrece un destello de intensidad que se lamenta su escaso desarrollo. La química entre los dos actores no es particularmente notoria, pero se aprecia un respeto mutuo que contribuye a la credibilidad de sus interacciones.
El guion es quizás el aspecto más débil de “Miedo punto com”. Si bien la idea central es prometedora, la narrativa se complica innecesariamente con un exceso de subtramas y personajes secundarios que no aportan mucho a la trama principal. Las explicaciones sobre el portal y su funcionamiento son confusas y poco claras, lo que puede frustrar al espectador. Además, el ritmo es irregular, con momentos de gran tensión interrumpidos por escenas más o menos relevantes. La película parece sentirse insegura sobre qué tipo de historia quiere contar y, al final, se pierde en un laberinto de ideas sin una dirección clara.
A pesar de sus deficiencias, “Miedo punto com” no es una película completamente mala. Ofrece algunos momentos de genuina tensión y suspense, y la atmósfera general es intrigante. Sin embargo, la combinación de un guion inconsistente, una trama compleja y un ritmo desordenado la convierten en una experiencia más frustrante que satisfactoria. Es una película que, en lugar de asustar, puede hacer reflexionar sobre la vulnerabilidad de nuestra era digital y el peligro de la desconexión.
Nota: 6/10