Mientras dormías (1995)

“Mientras dormías” (While You Sleep) es un thriller psicológico que, aunque no alcanza la grandilocuencia de algunos de sus competidores del género, ofrece un entretenimiento sólido y, sobre todo, una atmósfera inquietante que se va construyendo lentamente. La película, dirigida por Doron Sarani, se centra en Lucy, interpretada con una sutileza notable por Eve Hewson, una joven que se encuentra en una posición vulnerable y, a su vez, en el centro de una intriga que se vuelve cada vez más palpable. Lucy es una mujer atrapada en una rutina, en una precaria situación económica y en la constante frustración de no ser vista. La película consigue transmitir ese sentimiento de invisibilidad de forma muy efectiva, haciéndonos empatizar con su situación y anticipar su deseo de romper con la monotonía.

La dirección de Sarani se caracteriza por un uso inteligente de la cámara y la iluminación. La película no se basa en sustos fáciles ni en un ritmo frenético. En cambio, se centra en el desarrollo del suspense, creando momentos de tensión sutil pero persistente. La paleta de colores es inicialmente apagada, reflejando el mundo gris de Lucy, pero se va intensificando con la llegada de Jack, el hermano de Peter, interpretado por Jason Clarke. Clarke ofrece una actuación sólida, evocando la desconfianza y la sospecha con una mirada que dice más que mil palabras. La dinámica entre Lucy y Jack es el núcleo emocional de la película, un juego de miradas, silencios y pequeñas pistas que mantienen al espectador enganchado hasta el final. La construcción del personaje de Jack es particularmente interesante, explorando las motivaciones y el pasado del personaje sin caer en clichés.

El guion, escrito por E. Max Frye y Aron Krippner, es lo que realmente eleva la película. Si bien la premisa inicial puede parecer un tanto cliché – la mujer que salva la vida de un hombre y se ve envuelta en una complicada red de mentiras – la trama se desarrolla con inteligencia y complejidad. La película juega con la percepción de la realidad, presentándonos situaciones ambiguas que obligan al espectador a cuestionar lo que es verdad y lo que es mentira. La ambigüedad es un recurso clave, y se utiliza con maestría para mantener la tensión y el suspense. La película no ofrece respuestas fáciles, y permite diferentes interpretaciones sobre los motivos de cada personaje. Se exploran temas como la traición, la identidad y la fragilidad de las relaciones humanas, elementos que enriquecen la experiencia cinematográfica. Sin embargo, hay algunos diálogos que podrían haberse pulido para aumentar su impacto.

A pesar de algunos pequeños defectos en la narrativa, “Mientras dormías” es una película recomendable para aquellos que disfrutan de los thrillers psicológicos con un toque de misterio. Es una película que se queda en la mente, invitando a la reflexión sobre la naturaleza de la verdad y la importancia de las apariencias. Es un ejercicio de tensión bien ejecutado, con actuaciones convincentes y una atmósfera inquietante que se va construyendo de forma magistral.

Nota: 7.5/10