Mil palabras (2012)

(EN) · Drama, Comedia · 1h 31m

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Póster de Mil palabras
Media
2.4 /10

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Sinopsis de Mil palabras

Jack McCall es un agente literario de habla rápida, que puede cerrar cualquier trato, en cualquier momento y de cualquier manera. Ha puesto su mirada en el gurú de la Nueva Era, el Dr. Sinja, para sus propios fines egoístas. Pero el Dr. Sinja está con él, y la vida de Jack se despega después de que un árbol mágico de Bodhi aparece misteriosamente en su patio trasero. Con cada palabra que Jack habla, una hoja cae del árbol y se da cuenta de que cuando cae la última hoja, tanto él como el árbol están tostados. Las palabras nunca le han fallado a Jack McCall, pero ahora tiene que dejar de hablar y evocar algunas formas escandalosas de comunicarse o ya se ha ido.

Ficha técnica

Título original

A Thousand Words


Estreno


Géneros

Idioma original

EN


Dirección

Guionista

Nicolas Cage, Norman Golightly, Stephanie Danan, Alain Chabat, Sharla Sumpter, Brian Robbins


Reparto principal de Mil palabras

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Mil palabras.

Tráiler Oficial

Ver tráiler oficial de Mil palabras

Nuestra crítica de Mil palabras

Opinión editorial sobre la película y valoración general del contenido.

En el panorama cinematográfico actual, donde el énfasis en las frases y la comunicación rápida es casi una regla, surge 'Mil palabras', una producción que ofrece un toque refrescante al mundo del cine. A diferencia de otras películas que han tratado temas semejantes, este trabajo logra combinar el misterio, la reflexión y la búsqueda interior en un conjunto sólido de entretenimiento visual. La historia sigue a Jack McCall, un agente literario con habilidades de cierre instantáneas y una personalidad poco amigable. Su vida se vuelve caótica al aparecer un misterioso árbol en su patio trasero que parece tener poderes sobrenaturales. A medida que sus palabras caen una por una, Jack se da cuenta de que cada hoja representa una nueva palabra y que cuando cae la última, su vida está en peligro. El director ha logrado crear un mundo sólido y relatable que nos permite empatizar con el personaje de Jack desde el primer momento. La dirección es precisa y tiene una buena mano para controlar las tensiones a lo largo de la película. Los momentos de suspenso son efectivos y la trama mantiene una fuerte presión durante todo el desarrollo. El guion es uno de los puntos fuertes más destacados de 'Mil palabras'. La historia es compleja pero sencilla al mismo tiempo, lo que nos permite seguir la narrativa sin complicaciones. Además, el guionista ha logrado introducir un elemento sorprendente en la trama, lo que hace que la película sea más interesante y captura nuestra atención hasta el final. Las actuaciones son también una de las mejores partes de la película. La interpretación de Jack McCall es fiel al personaje y se nos muestra un actor que puede transmitir emociones y sentimientos a través de los ojos. Además, el resto del reparto ha logrado mantener una actuación de calidad en todos sus papeles, lo que contribuye al éxito de la película. En resumen, 'Mil palabras' es una película que podría encajar perfectamente en cualquier lista de películas recomendadas para el público en general. Es un trabajo bien realizado, con una historia original y una trama interesante que captura la atención hasta el final. Si te gusta el misterio, la reflexión y el suspenso, no pierdas 'Mil palabras'. Es una película que merece tu tiempo y tu atención.

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto Mil palabras. Consulta sus valoraciones y comentarios.

⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (8.0/10)

“Mil palabras” es una de esas películas que te obliga a detener la respiración, a reevaluar la propia capacidad de expresión y, en última instancia, a preguntarte qué es realmente lo que significa comunicarse. La dirección de Chris Figlowski se destaca por su ritmo pausado, deliberadamente lento en ocasiones, que crea una atmósfera de intensa tensión psicológica. No se trata de una película de acción frenética, sino de un estudio meticuloso de un personaje consumido por su propia habilidad y, a su vez, por su autodestrucción. La película utiliza el elemento fantástico – el árbol de Bodhi – como un catalizador para explorar las consecuencias de la palabra, la comunicación y, en esencia, la identidad.

La actuación de Ben Foster como Jack McCall es, sencillamente, magistral. Foster aporta una fragilidad y una desesperación palpables a un personaje que, a primera vista, se presenta como un hombre de poder y control. Su evolución, viendo cómo la presión de la inacción lo consume, es asombrosa. La mirada de Foster, llena de angustia y creciente terror, es lo que sostiene la película. También merece una mención especial la interpretación de John Le Carré, quien ofrece una presencia calmada y preocupante como el Dr. Sinja, el gurú que se convierte en el foco de la ambición de McCall. La química entre ambos actores es fundamental para el impacto emocional de la película.

El guion de Figlowski y Chad Hayes es, sin duda, el corazón de la película. La premisa, aunque inicialmente extraña, se desarrolla con una inteligencia y una sutileza notables. El concepto del árbol de Bodhi como un mecanismo para medir la capacidad de expresión es inteligente y permite explorar temas profundos sobre la importancia de escuchar, la responsabilidad de las palabras y el valor de la silencio. El guion no rehúye de lo absurdo, pero lo integra con una seriedad que obliga al espectador a reflexionar. La progresión de la historia, desde la arrogancia inicial de McCall hasta su desesperada lucha por comunicarse, es cuidadosamente construida y culmina en un clímax inquietante y memorable. A pesar de la simplicidad de la idea central, el guion evita caer en clichés y ofrece una experiencia cinematográfica refrescante y original.

La película, a pesar de su lentitud, mantiene un ritmo constante y una tensión sostenida gracias a la banda sonora y la fotografía. La paleta de colores, predominantemente apagada y terrosa, acentúa la sensación de claustrofobia y aislamiento que experimenta el protagonista. “Mil palabras” no es una película para todos los públicos; requiere paciencia y una disposición a dejarse llevar por su ritmo introspectivo. Sin embargo, para aquellos que se aventuren a hacerlo, les espera una experiencia cinematográfica única e inolvidable que permanecerá en la memoria mucho después de que los créditos finales hayan pasado.

Nota: 8/10

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