“Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte” es, en última instancia, un ejercicio de fidelidad, pero una fidelidad que a veces se siente más como una réplica exacta que como una obra de arte independiente. La película, adaptada de la novela homónima de David Lagercrantz y que continúa la saga ‘Millennium’ iniciada por Stieg Larsson, logra recrear la atmósfera oscura y compleja del original, pero, desafortunadamente, no consigue capturar la chispa que hacía a la saga tan cautivadora.
La dirección de Neill Blomkamp, conocido por su trabajo en “El quinto elemento” y “Chappie”, aporta un estilo visual particular, con planos detallados y una estética de alta definición que recuerdan a obras de arte digital. Este enfoque, en teoría, estaría a tono con el trasfondo cibernético de la trama, pero en la práctica, a veces resulta un tanto estridente y distrae de la narrativa. Hay momentos que recuerdan a un videojuego, pero la película carece de la fluidez y la tensión narrativa que caracteriza a la saga. La paleta de colores, aunque estilizada, a veces se siente demasiado apagada, reduciendo la intensidad emocional de los momentos clave.
La interpretación de Noomi Rapace como Lisbeth Salander es, sin duda, el punto más destacable de la película. Rapace ofrece una representación visceral de la compleja y enigmática hacker, transmitiendo su rebeldía, su vulnerabilidad y su inteligencia de una forma convincente. Su interpretación es física y emocionalmente intensa, capturando la esencia del personaje de Stieg Larsson, aunque, a veces, se le echa en cara la falta de sutileza en su representación. Roar Byrne, como Mikael Blomkvist, ofrece una actuación sólida, aunque no logra destacar tanto como Salander. Su personaje, aunque central para la trama, a menudo se siente eclipsado por la presencia magnética de Rapace. La química entre los dos actores, sin embargo, es tangible, lo cual es esencial para el desarrollo de la historia.
El guion, en gran medida, se basa en la fidelidad a la novela. El desarrollo de la trama es metódico y, en general, bien estructurado, pero el ritmo es lento y la película se alarga innecesariamente. Algunos diálogos son poco naturales y las explicaciones sobre la tecnología son a menudo torpes y redundantes. Aunque la película intenta profundizar en el pasado de Lisbeth Salander, estos flashbacks a veces interrumpen el flujo narrativo y resultan menos interesantes que la trama principal. Se pierde, lamentablemente, la fuerza implícita de la novela, que se basaba mucho en el suspense y la tensión psicológica.
En definitiva, “Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte” es una película decente, que cumple con las expectativas de los fans de la saga ‘Millennium’, pero que no logra alcanzar el máximo de su potencial. Ofrece una visualmente atractiva e interesante, aunque un tanto artificiosa, recreación de la historia de Lisbeth Salander, pero carece de la originalidad y la profundidad emocional que la hacen tan memorable. Es una película para ver si eres un fan de la saga, pero quizás no la mejor manera de descubrirla.
Nota: 6/10