Misión explosiva (1994)

“Misión Explosiva” (originalmente “Mile High Club”) es, a pesar de su premisa intrigante, una película que ofrece un espectáculo visual considerablemente más impactante que una experiencia narrativa profunda. Directamente, la película de Michael Winterbottom –un veterano con una peculiar obsesión por las escenas de sexo en el cine– nos entrega una dosis importante de adrenalina y explosiones, pero a cambio, sacrifica la sustancia dramática que podría haber elevado la propuesta. La dirección es, sin duda, uno de sus puntos fuertes; Winterbottom mantiene un ritmo frenético que obliga al espectador a estar alerta y, en ocasiones, a simplemente aceptar el caos visual que se despliega en pantalla.

El film se beneficia de un reparto que, en general, cumple con las exigencias de la situación. Jake Gyllenhaal se muestra en su mejor momento, canalizando una mezcla de tensión, vulnerabilidad y, por supuesto, un considerable temperamento. Rebecca Ferguson aporta una presencia magnética y una fuerza interior palpable, interpretando a una prisionera inteligente y despiadada que, de inmediato, se erige como el verdadero motor de la trama. Sus interacciones con Gyllenhaal son las más cautivadoras y, a menudo, las que logran romper la monotonía explosiva de la película. La química entre ambos actores es, sin duda, el núcleo emocional del filme, aunque su desarrollo se ve truncado por el estilo hiper-realista de la película.

La película se atreve a mostrar una brutalidad cruda y sin filtros, lo que, en principio, es una decisión interesante. Sin embargo, esta decisión se convierte en un problema cuando la narrativa no está lo suficientemente sólida como para sostener semejante nivel de realismo. El guion, escrito por Winterbottom y James Reid, es relativamente simple y la trama, aunque llena de giros inesperados, carece de profundidad. La película se concentra demasiado en las escenas de acción y en las exhibiciones de sexo, dejando poco espacio para la construcción de personajes o la exploración de temas más complejos. Se siente como si la película estuviera más interesada en “mostrar” que en “contar”. Además, la inclusión de elementos del cine de guerra, aunque presentes, se perciben como más como un adorno que como un componente integral de la historia.

Si bien "Misión Explosiva" no ofrece una experiencia cinematográfica trascendente, sí consigue mantener la atención del espectador durante su duración. Es un entretenimiento rápido, salvaje y a veces, perturbador. No es una obra maestra, ni siquiera una película particularmente memorable, pero es un producto cinematográfico que cumple su función de ofrecer una acción desenfrenada y un espectáculo visual llamativo. No se trata de una película que te haga reflexionar, pero sí que te dejará con la sensación de haber visto algo diferente, algo que se aparta de las convenciones del género de acción.

Nota: 6/10