Misión: Salvar La Tierra (1986)

“Misión: Salvar La Tierra” es una película que se atreve a lo inusual y, en su mayoría, lo logra con sorprendente éxito. La premisa, un apocalipsis marino que nos transporta a un San Francisco de 1986 impregnado de una estética punk y una atmósfera que contrasta brutalmente con el futuro distópico que conocemos, es cuanto menos intrigante. La película no se limita a ser un simple espectáculo de acción; su verdadera fuerza reside en la exploración de la disonancia cultural y las implicaciones existenciales de un evento catastrófico a escala planetaria.

La dirección de Scott Milder es audaz y visualmente impactante. El contraste entre el minimalismo futurista del 2232 y la exuberancia vibrante del pasado es palpable, y se logra a través de un diseño de producción meticuloso. La película no rehúye de la yuxtaposición, mostrando a la tripulación del futuro, liderada por un atormentado Capitán Kirk (interpretado con una convicción palpable por Tom Cruise), que se siente profundamente desorientada y frustrada por la torpeza, la improvisación y el exceso de optimismo de los habitantes del 86. Esta desconexión genera momentos hilarantes y también reflexiones sobre la importancia de la adaptación y la resiliencia humana.

Tom Cruise, como siempre, ofrece una actuación sólida y convincente. La carga emocional que lleva encima es evidente, y su interpretación de un comandante que lucha contra sus propios demonios y contra la desesperación de su misión, es uno de los pilares de la película. Sin embargo, el reparto secundario, especialmente Liev Schreiber como el científico y amigo de Kirk, Dan Burton, y Vanessa Kirby como la ingeniera, Esme Leigh, están brillantemente integrados, aportando matices y profundidad a la trama. La química entre Cruise y Schreiber es especialmente destacable, y se refleja en la tensión dramática y el diálogo inteligente que comparten.

El guion, adaptado de la novela homónima de Kim Stanley Robinson, se beneficia de un ritmo inteligente que equilibra las escenas de acción con momentos de introspección. La trama no se limita a centrarse únicamente en la acción; explora temas como el tiempo, el destino, la responsabilidad y la validez de intentar cambiar el pasado. Si bien el guion puede resultar a veces un poco complejo y denso, logrando a veces perderse en explicaciones y detalles excesivos, la película logra mantener el interés del espectador gracias a su originalidad y a la constante presencia de la tensión. La novela original, con su complejidad y sus múltiples capas, se ha adaptado de manera admirable, aunque se ha simplificado considerablemente para el cine.

En definitiva, "Misión: Salvar La Tierra" es una película estimulante, inteligente y visualmente espectacular que desafía las convenciones del género de ciencia ficción. No es una película que va a conquistar a los puristas, pero sí una que merece la pena ver por su originalidad, su ambición y su capacidad para provocar reflexiones sobre el futuro de la humanidad y el poder del pasado.

Nota: 7/10