“Möbius” no es precisamente un bombazo de taquilla, pero para los aficionados al thriller inteligente y la atmósfera densa, ofrece una experiencia visualmente impactante y, en muchos aspectos, intrigante. La película, dirigida por Alex Kurtzman y Mark Williams, se adentra en un universo paralelo, un Mónaco lujoso y opulento contaminado por la corrupción y la manipulación financiera. La trama, inicialmente prometedora, se complica rápidamente, lo que a veces resulta en una sensación de vertiginosa sobrecarga de información. No se trata de una película para quien busca acción desenfrenada, sino de una reflexión sobre el poder, la ambición y las consecuencias de la acumulación desenfrenada de riqueza.
La dirección se distingue por su atención al detalle y su apuesta por la inmersión. La cinematografía de Robby Müller es sublime; utiliza la luz y la sombra de manera magistral para generar una sensación constante de inquietud y paranoia. Los planos largos y las composiciones cuidadosas contribuyen a la atmósfera opresiva de la película, especialmente en las escenas que se desarrollan en los casinos y las mansiones de Mónaco. La banda sonora, de Trent Reznor y Atticus Ross, es fundamental para construir la tensión, utilizando sonidos oníricos y disonantes que refuerzan la sensación de irrealidad.
La actuación de Reynolds Reynolds es convincente. Logra transmitir la desesperación y el peso del pasado de Janek, el protagonista, con una mezcla de vulnerabilidad y determinación. Dujardin, en el papel del agente francés Dubois, ofrece una interpretación sólida, aunque quizás algo menos memorable. La película, sin embargo, es donde realmente brilla el elenco de apoyo. Hay personajes secundarios extraordinarios, particularmente Victoria Das – quien interpreta a la astuta y manipuladora Saffron – y Benoit Mille, cuya interpretación como el multimillonario, y corrupto, Victor Kalaman es excepcionalmente inquietante. Este elenco logra darle vida a la oscuridad que envuelve la trama.
El guion es, sin embargo, su punto más débil. A pesar de tener un concepto interesante y la capacidad de crear una atmósfera envolvente, la historia se pierde en demasiados recovecos y subtramas, que a menudo no se desarrollan de manera satisfactoria. La narrativa se vuelve compleja y confusa, con demasiados giros argumentales que no están completamente justificados. La película se pierde en un exceso de intrigas y conspiraciones, lo que dificulta la conexión emocional con los personajes. Es una pena, porque la base de la idea es excelente, pero la ejecución no logra alcanzar su máximo potencial.
No obstante, “Möbius” logra ser una experiencia visualmente atractiva y a veces provocadora. Es una película que invita a la reflexión, que cuestiona los valores de una sociedad obsesionada con el éxito y la riqueza. Si bien el guion podría haber sido más pulido, la atmósfera, la dirección y la interpretación de los actores son lo suficientemente buenas como para recomendarla a aquellos que busquen un thriller inteligente y poco convencional.
Nota: 6/10