Modalità aereo (2019)

“Modalità Aereo” no es simplemente un thriller de acción, sino una inquietante reflexión sobre la fragilidad de la identidad en la era digital. La película, dirigida con una precisión quirúrgica por Lillo Petrolo, se adentra en el laberinto de la privacidad y la ambición, ofreciendo una experiencia cinematográfica tensa y, en ocasiones, perturbadora. Petrolo no se limita a construir un suspense convencional; explora la manera en que la información personal, ahora accesible a una fracción de segundo, puede transformarse en una herramienta de control y manipulación, y cómo esa vulnerabilidad puede desatar consecuencias devastadoras.

La película se centra en Diego, interpretado con una frialdad calculadora por el actor principal, un hombre consumido por su éxito y su deseo de ascenso. Su pérdida accidental del móvil desencadena una cadena de eventos que lo arrastra a un mundo bajo cuerda, donde secretos de corrupción y agendas oscuras se entrelazan. La trama, meticulosamente construida, mantiene al espectador en vilo, planteando preguntas sobre la ética de la vigilancia, la responsabilidad de las empresas tecnológicas y la facilidad con la que se puede destruir una reputación. No obstante, a veces la trama se adentra en territorios un tanto densos, requiriendo una atención sostenida por parte del público. El ritmo, por lo tanto, es notablemente variable, alternando momentos de explosiva acción con pasajes más introspectivos que, aunque valiosos para la construcción del personaje, podrían haber sido más concisos.

Las actuaciones son sólidas en su conjunto. Dino Abbrescia aporta un contrapunto interesante al personaje de Diego, representando la moralidad cuestionable que acecha en el mundo de los negocios. Violante Placido, por su parte, ofrece una interpretación firme y convincente, mostrando la vulnerabilidad y la determinación de una mujer atrapada en circunstancias extremas. La química entre los actores es palpable, contribuyendo a la atmósfera de paranoia y desconfianza que impregna la película. Sin embargo, la complejidad de algunos diálogos, aunque bien intencionados, podría haber sido trabajada con mayor sutileza.

Visualmente, "Modalità Aereo" es un estudio de contraste. Las imágenes urbanas, tanto en su máximo esplendor tecnológico como en su estado de abandono y decadencia, sirven para subrayar la desconexión entre la vida pública y privada. La dirección de fotografía, aunque no revolucionaria, es funcional, empleando una paleta de colores apagados y contrastes marcados para acentuar la sensación de opresión y peligro. La banda sonora, a pesar de ser discreta, complementa a la perfección la atmósfera tensa y claustrofóbica de la película. En definitiva, "Modalità Aereo" es una obra que invita a la reflexión, más allá del mero entretenimiento, y que, a pesar de algunos detalles, merece la pena ser vista.

Nota: 7/10