Mój biegun (2013)

“Mój biegun” (Mi polo) no es solo una película biográfica; es un latido del corazón, un recordatorio de la fuerza que reside en la perseverancia y el amor incondicional. Esta película polaca, basada en la experiencia real de Jasiek Mela, un niño extraordinario que conquistó los polos a pesar de sus dificultades físicas, se entrega con una honestidad brutal y una sensibilidad exquisita, creando una experiencia cinematográfica profundamente emotiva.

El guion, a cargo de Wojt Stępnik, se apoya con firmeza en el relato de la familia Mela. No se indulge en sentimentalismos baratos, sino que permite que el dolor de la pérdida, el impacto devastador en la vida de Aleksander y Maria Mela, se desarrolle de manera natural y cruda. El filme no trata solo de los logros extraordinarios de Jasiek, sino también del proceso de duelo, la reconstrucción familiar y la búsqueda de sentido después de una tragedia inimaginable. La dirección de Piotr Wytroba consigue equilibrar la historia personal de la familia con las aspiraciones del niño, sin que ninguna de las dos se vea eclipsada por la otra.

Bartłomiej Topa, como Jasiek Mela, ofrece una actuación impresionante. Logra transmitir la inmensa energía y determinación del niño, pero también su vulnerabilidad y sus limitaciones físicas con una sutileza increíble. Su mirada, a veces llena de curiosidad, a veces de frustración, es el centro emocional de la película. Las actuaciones de Magdalena Walach, Maciej Musiał y Roman Gancarczyk, como los padres de Jasiek, son igualmente sólidas, capturando la complejidad de sus emociones y la profundidad de su amor. No son meros secundarios, sino personajes con sus propios miedos y esperanzas.

Lo que distingue a “Mój biegun” de otros documentales o biográficos es su enfoque en el viaje emocional. La película no se limita a mostrar las expediciones polares. Nos sumerge en la vida cotidiana de la familia, en sus discusiones, sus silencios, en el amor que los une y en el dolor que los separa. La fotografía, con sus tonalidades frías y contrastantes, refleja la dureza del entorno polar y, al mismo tiempo, la fragilidad del alma humana. La banda sonora, discreta pero efectiva, complementa sin esfuerzo la narrativa visual, intensificando la sensación de esperanza y de anhelo.

A pesar de su sobriedad y su enfoque en el dolor, “Mój biegun” es una película inspiradora. Nos recuerda que la verdadera fortaleza reside en la capacidad de seguir adelante, de soñar, de luchar por nuestros objetivos, incluso cuando todo parece perdido. Es una película que te acompañará mucho después de que terminen los créditos. La narrativa, si bien puede ser un tanto pausada para algunos espectadores acostumbrados a ritmos más rápidos, se beneficia de ello, permitiendo la construcción de la empatía y la reflexión.

Nota: 8/10