Monster Hunt 2 (2018)

“Monster Hunt 2” nos devuelve a un mundo visceral y exuberante que, si bien no alcanza las alturas de la original, se presenta como una secuela sorprendentemente sólida y con un gran potencial. La franquicia, que ya establecía una base para la convivencia entre humanos y monstruos, se adentra en un conflicto interno monstruoso que, en lugar de simplificarlo, lo complica, generando una guerra civil que tiene consecuencias reales tanto para la población humana como para la bestial. Y es precisamente esta complejidad lo que distingue a esta entrega de la visión más superficial que podría haber seguido.

La dirección de Qi Xuán se mantiene firme en su estilo visual, aunque con mayor libertad y recursos. La película es visualmente impactante, especialmente en las escenas de combate donde el diseño de los monstruos y la coreografía de las batallas son impresionantes. Hay una atención meticulosa al detalle en la creación de los diferentes tipos de monstruos, cada uno con su propia personalidad, habilidades y trasfondo. Se aprecia un interés por la mitología y el folclore chino, aunque a veces se siente un poco diluido en la acción. Sin embargo, la película logra crear una atmósfera densa y a veces opresiva, que refleja la inminente catástrofe. El uso del color también es notable, jugando con tonos oscuros y vibrantes para acentuar el drama y la intensidad de los eventos.

El reparto ofrece interpretaciones convincentes. Wu Peijie como Wuba está en una evolución natural, pasando de ser un monstruo bebé inexperto a un líder valiente y determinado. Su transformación no se siente forzada y la relación con el humano, Lin, interpretado por Chen Hongsheng, es el corazón emocional de la película. Aunque la química entre los dos actores no siempre es explosiva, sí que consigue transmitir una conexión genuina, lo que hace que el público se involucre en la historia. Las actuaciones secundarias también son sólidas, con personajes secundarios bien definidos que aportan profundidad y riqueza al mundo de la película. Se nota un esfuerzo por dar voces y motivaciones a todos los seres, incluso a los monstruos más insignificantes.

El guion, sin embargo, es donde la película se muestra más frágil. Si bien la premisa de la guerra civil monstruosa es interesante, la narrativa a veces se siente apresurada y poco desarrollada. Algunos personajes secundarios se presentan de forma brusca y se abandonan rápidamente. La trama se complica con demasiados subtramas y, en ocasiones, se pierde el hilo conductor. El ritmo es desigual, con momentos de acción frenética que contrastan con pasajes más lentos y contemplativos que no logran conectar con el espectador. A pesar de esto, la película aborda temas importantes como la responsabilidad, el sacrificio y la búsqueda de la identidad, aunque no siempre lo hace con la profundidad que merecen. La película no evita recurrir a tropos del género y, en algunas ocasiones, la acción supera a la construcción de personajes.

En definitiva, “Monster Hunt 2” es una secuela que ofrece entretenimiento visual y acción, pero que, en cuanto a guion, carece de la cohesión y la profundidad que podría haberle dado un mayor impacto. No es una obra maestra, pero sí una película que merece la pena ver para los aficionados al género y al cine de acción con elementos fantásticos.

Nota: 7/10