Monstrous (2022)

“Monstrous” es, en su esencia, una película de terror psicológico que se deleita en la construcción de la tensión y la incomodidad, más que en el espectáculo gore habitual del género. Dirigida por Gareth Edwards, responsable de obras como “Rojo Perdido” y “Cazadores de fantasmas”, la película establece una atmósfera opresiva y claustrofóbica desde sus primeros minutos, aprovechando al máximo la belleza sombría del paisaje rural irlandés para generar un sentimiento de aislamiento y vulnerabilidad. Edwards demuestra una maestría particular en la dirección de primeros planos y en el uso del sonido, que, en conjunto, crean una experiencia sensorial que merma la tranquilidad y prepara al espectador para lo que está por venir.

El guion, adaptado de la novela homónima de Stephen Graham, se centra en la historia de Sadie (Felicity Jones), una mujer que huye de un pasado traumático con su hijo pequeño, Caleb. Su búsqueda de un nuevo comienzo se convierte en una pesadilla cuando empiezan a suceder eventos extraños y perturbadores en la aislada cabaña donde se han asentado. La trama, aunque aparentemente sencilla, se complica a medida que la película va avanzando, revelando gradualmente las cicatrices del pasado de Sadie y la naturaleza oscura de la amenaza que se cierne sobre ellos. El guion no rehúye de explorar temas como el abuso, la culpa y la dificultad de superar traumas, aunque lo hace con sensibilidad y evitando caer en melodramatismos gratuitos. Hay momentos donde la narrativa se vuelve sutil y ambigua, dejando al espectador reflexionando sobre la interpretación de los hechos, una estrategia que, a mi parecer, funciona a favor de la película.

La actuación de Felicity Jones es, sin duda, el corazón de la película. Jones entrega una interpretación magistral, transmitiendo con convicción la fragilidad emocional de Sadie, su miedo y su determinación. Su capacidad para comunicar el dolor y la vulnerabilidad de su personaje es excepcional, convirtiendo la película en una experiencia íntima y perturbadora. La actuación de Joseph Cross como Caleb también merece especial mención, ya que el joven actor logra captar la inocencia y el terror de un niño que presenciona eventos que están más allá de su comprensión. La dinámica entre Sadie y Caleb es el motor emocional de la película y la relación entre ambos es convincente y conmovedora. La película evita cualquier tipo de recurso infantilizante y se enfoca en mostrar la realidad cruda del trauma desde la perspectiva de un niño.

Sin embargo, “Monstrous” no es una película que llame la atención por efectos especiales impresionantes. El monstruo, o más bien, la amenaza, es una entidad espectral y subjetiva, que se manifiesta de manera sutil y gradual, en gran medida a través de la atmósfera y el sonido. La película se basa en el suspense psicológico y la sugerencia, por lo que algunos espectadores podrían encontrarla lenta o incluso decepcionante si esperan una película de terror tradicional. No obstante, para aquellos que disfruten de las películas que exploran los límites de la mente humana y que se basan en la tensión y el suspense, "Monstrous" es una experiencia recomendable. La película no pretende ser una obra maestra del género, pero sí ofrece un retrato inquietante y reflexivo de la vulnerabilidad humana y las consecuencias del pasado.

Nota: 7/10