Mortdecai (2015)

“Mortdecai” es, en su esencia, una comedia de acción descaradamente divertida que se posiciona como un escape refrescante de las temáticas más serias que suelen dominar el cine contemporáneo. La película, bajo la dirección de Gary Ross, logra un equilibrio inusual: no se toma demasiado en serio su propia premisa, permitiendo que el absurdo y la extravagancia sean sus principales atractivos. Ross, con su habitual sensibilidad visual, crea un mundo visualmente rico y decadente, perfecto para la atmósfera de opulencia y excentricidad que la película busca evocar. La producción está impecable, desde la fotografía hasta la ambientación, dando vida a los opulentos salones de París y los lujosos hoteles de las islas del Caribe con un gusto exquisito.

El protagonista, Johnny Depp como Charles Mortdecai, es un personaje que se presta a la exageración y a la comedia física, y Depp lo maneja con una maestría habitual. Su interpretación es una mezcla perfecta de torpeza, arrogancia y vulnerabilidad, y es precisamente esta combinación de rasgos lo que lo convierte en un personaje tan memorable. Depp no solo interpreta el papel, sino que lo *encarna*, dotándolo de una energía contagiosa que, a pesar de las situaciones a menudo ridículas en las que se encuentra, logra conectar con el espectador. Los secundarios también se destacan: Ray Winstone aporta la rudeza necesaria al personaje de ‘El Inglés’, mientras que Mark Gatiss, como el profesor, ofrece momentos de humor seco y inteligente. La química entre los actores es evidente y contribuye significativamente al dinamismo de la narrativa.

El guion, aunque en ocasiones se siente un poco sobrecargado de elementos, presenta algunos diálogos ágiles y situaciones cómicas efectivas. La trama principal, que gira alrededor de la búsqueda de la pintura perdida, sirve como excusa para un viaje lleno de giros inesperados y persecuciones desenfadadas. Sin embargo, el guion carece de profundidad y de una exploración significativa de los personajes. Las motivaciones de algunos personajes secundarios son superficiales, y el desarrollo de las relaciones sentimentales es rápido y poco convincente. A pesar de ello, la película mantiene un ritmo constante y un buen equilibrio entre momentos de acción, humor y romance. La escritura se centra en la diversión y el entretenimiento, y en ese sentido, cumple su cometido con éxito.

En definitiva, “Mortdecai” es una comedia de acción ligera y entretenida, que no pretende ser una obra maestra cinematográfica. Es una película que se disfruta por lo que es: una escapada divertida y visualmente atractiva, que ofrece un respiro en medio del saturado panorama cinematográfico actual. No se puede exigir a esta película una gran profundidad, pero si se la toma con la actitud correcta, se convierte en una opción ideal para una noche de cine con amigos. El ritmo frenético y la abundancia de acción garantizan que el espectador no se aburra, mientras que la presencia carismática de Johnny Depp asegura que la película siempre sea una experiencia agradable.

Nota: 6/10