Movie 43 (2013)

“Movie 43” es una experiencia cinematográfica… peculiar, para decirlo suavemente. La película, una amalgama de 14 sketches cómicos interconectados, se presenta como una apuesta audaz por la irreverencia, y en ese sentido, logra un impacto notable, aunque no necesariamente positivo. Los Hermanos Farrelly, conocidos por su estilo de humor escatológico y su descarada violencia, se mueven en su terreno natural, pero esta vez optan por una estrategia de “más es más”, resultando en un ejercicio de saturación que, a largo plazo, pierde de vista su gracia original.

La dirección, a cargo principalmente de los Farrelly, se centra en la ejecución frenética de cada sketch. La acción se despliega a un ritmo vertiginoso, con cambios bruscos de escenario y una abundancia de situaciones grotescas. Si bien esta energía es innegablemente cautivadora al principio, la falta de un hilo conductor narrativo cohesivo se vuelve rápidamente evidente. Los sketches, si bien individualmente pueden ser divertidos o incluso memorables –hay algunos momentos genuinamente hilarantes, especialmente aquellos que juegan con los clichés del cine de superhéroes y el melodrama – carecen de profundidad y, en general, se sienten como ejercicios de humor de corta duración.

El reparto coral es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película. Las estrellas que aparecen, desde Brendan Fraser hasta Selma Blair, pasando por Stephen Merchant y Jack Black, aportan talento y química en algunos momentos. Sin embargo, la trama superficial y la naturaleza fragmentada de la película limitan la capacidad de los actores para explorar las complejidades de sus personajes. A menudo, las actuaciones se reducen a un simple reflejo de las situaciones absurdas en las que se encuentran. La comedia reside en la incapacidad de los personajes para reaccionar de forma coherente, exacerbando la sensación de caos generalizado.

El guion es, quizás, el punto más débil de “Movie 43”. Las ideas son, en su mayoría, originales y se presentan con una audacia admirable. Sin embargo, la falta de desarrollo de las mismas, la repetición de fórmulas cómicas y una lógica interna a menudo ausente, terminan erosionando cualquier potencial prometedor. Es como si los Farrelly se sintieran tan obsesionados por la idea de la comedia escatológica y el humor negro que olvidaron la importancia de una estructura sólida y un desarrollo significativo de la narrativa. La película se alimenta de la sorpresa, pero la sorpresa, eventualmente, se vuelve agotadora.

En definitiva, “Movie 43” es una película difícil de digerir. Su humor es agresivo, a veces ofensivo y, en última instancia, superficial. Si se busca una experiencia cinematográfica contemplativa o profundamente emotiva, esta no es la opción. Sin embargo, para aquellos dispuestos a aceptar su caos, su irreverencia y su falta de pretensiones, puede ofrecer algunos momentos de entretenimiento genuino, aunque con la salvedad de que la diversión, en este caso, se encuentra en la propia torpeza de la producción.

Nota: 5/10