“Mr. Celos” es una comedia romántica que, a pesar de sus aspiraciones a la originalidad, se ve atrapada en una fórmula recurrente, aunque con un giro que le otorga cierta particularidad. La película, dirigida por Stuart McDonald, explora con cierta perspicacia la neurosis romántica y la obsesión, pero termina siendo un ejercicio de observación que, en lugar de analizar profundamente, se queda en describir. La premisa, la de un hombre con serios problemas de confianza y celos que decide investigar los ex-parejas de su novia, es sorprendentemente fértil para la comedia, pero el guion no siempre logra aprovecharla al máximo, recurriendo a gags que, a veces, resultan forzados y a situaciones que, aunque cómicas en principio, pierden impacto tras un tiempo.
El guion se beneficia de la actuación de Matthew Beard como Lester. Beard transmite con gran convicción la inseguridad y la vulnerabilidad de su personaje, dotándole de una mezcla de torpeza, frustración y una extraña melancolía. Su interpretación no es grandilocuente, sino sutil y efectiva, lo que le permite conectar con el espectador a pesar de la naturaleza peculiar de sus acciones. Aunque el resto del reparto – incluyendo a la igualmente carismática Anya Taylor-Joy como Ramona – ofrece un buen trabajo, la química entre Beard y Taylor-Joy, si bien presente, no alcanza un nivel que eleve considerablemente la tensión dramática o la comedia romántica inherente a la historia.
La dirección de McDonald es competente, pero carente de una personalidad demasiado marcada. Se nota que se centra en la construcción de la atmósfera, utilizando la paleta de colores y la música para acentuar la angustia y la extrañeza que rodea a Lester. Sin embargo, la película no se atreve a explorar demasiado las raíces de su problema de celos, ni tampoco ofrece una resolución profunda para su crisis personal. La comedia reside, en gran medida, en las consecuencias de sus investigaciones – un viaje en busca de los ex-parejas de Ramona que desemboca en situaciones absurdas y exageradas – más que en un verdadero desarrollo del personaje. La idea de someterse a una terapia de grupo es particularmente interesante, y se utiliza de forma efectiva para crear momentos cómicos y reflexivos, aunque la exploración del tema dentro de la terapia es relativamente breve.
En definitiva, “Mr. Celos” es una película entretenida y ligera, con un buen protagonista interpretado por Matthew Beard y una dirección competente. Pero, a pesar de sus méritos, no logra destacar como una comedia romántica original o innovadora. Se queda en la mediocridad, ofreciendo una visión superficial de la neurosis romántica, sin profundizar en la complejidad de las emociones humanas. Es una película agradable para una tarde, pero que no dejará una huella duradera en la memoria del espectador.
Nota: 6/10