Mr. Magorium y su tienda mágica (2007)

“Mr. Magorium y su tienda mágica” es, en el fondo, una historia sobre la pérdida de la imaginación y la importancia de aferrarse a la asombro, un tema sorprendentemente relevante en el mundo contemporáneo. La película, dirigida por Joel Cohen, logra construir un universo visualmente deslumbrante y lleno de detalles, que parece sacado de un sueño febril, y eso, precisamente, es su mayor logro. Sin embargo, la ejecución de este concepto, aunque intencionada, se siente un poco desordenada, y a veces se pierde de vista el corazón de la historia.

Winsome Dewey, interpretada con una vulnerabilidad palpable por su intérprete, Noah Jupe, personifica la timidez y la inseguridad. Su evolución a lo largo de la película es el eje central de la narrativa. Jupe ofrece una actuación sencilla pero conmovedora, transmitiendo la lucha interna del personaje y su gradual conexión con el mundo mágico que le es presentado. El resto del elenco, incluyendo a Dustin Hoffman como el excéntrico y enigmático Mr. Magorium, cumple con su papel, aunque Hoffman, en cierto modo, se ve sacrificado por la excesiva eccentricity de su personaje. Su actuación es buena, pero a veces se siente como una caricatura de un genio distraído, algo que podría haber sido tratado con más sutileza.

La dirección de Cohen es admirable en su intento de recrear un espacio de fantasía infantil. La tienda de Magorium es, sin duda, un personaje en sí misma, un laberinto de color, espejos y objetos extraños que desafían la lógica y la realidad. El uso de la cámara, a menudo lentísimo y contemplativo, permite al espectador sumergirse en la atmósfera surrealista de la tienda. Sin embargo, esta lentitud se convierte en un problema en algunos momentos, ralentizando el ritmo de la película y restando dinamismo a la trama. El guion, escrito por Kenny Poran, es ambicioso en sus temas, explorando la pérdida de la inocencia, la importancia de la creatividad y el impacto del trauma en la infancia. No obstante, la escritura se siente a veces forzada, con diálogos que son demasiado expositivos y un desarrollo de personajes que, en algunos casos, carece de profundidad. Se intuye la voluntad de abordar temas complejos, pero la ejecución no siempre es la más eficaz.

La película no es fácil de digerir. Requiere paciencia y una mente abierta. Es una experiencia que, en lugar de ofrecer respuestas definitivas, invita a la reflexión sobre la naturaleza de la magia y la importancia de mantener viva la imaginación, incluso en la edad adulta. El final, aunque emotivo, puede sentirse un poco abrupto y sin una resolución completamente satisfactoria. Sin embargo, "Mr. Magorium y su tienda mágica" es, en última instancia, una película peculiar y conmovedora que merece ser vista, especialmente por aquellos que aún creen en la magia.

Nota: 7/10