Mr. Right (2016)

“Mr. Right” no es precisamente una obra maestra cinematográfica, pero tampoco es un ejercicio de bad taste absoluto. La película, que intenta jugarse a la comedia romántica con un giro oscuro y algo sorprendente, termina siendo un ejercicio de recursos que, aunque divertidos en algunos momentos, carece de la profundidad y la sofisticación que se esperarían de un thriller romántico con aspiraciones de originalidad. La premisa, que resulta ser una mezcla de "El Graduado" y "El Gran Chica de Tinta" (con un toque de "Match Point"), es intrigante al principio, y ofrece el atractivo de un “rompecabezas” en el que el protagonista, Aaron, es un asesino a sueldo que se enamora de una mujer, Emma, que él mismo ha sido contratado para eliminar.

La dirección de Mark Waters es competente, manteniendo un ritmo ágil y utilizando el montaje para crear tensión en los momentos clave. Los efectos especiales, que son relativamente modestos, cumplen su función en la narrativa, y la fotografía, en general, es agradable, aunque no destaca particularmente. Hay una sensibilidad en la puesta en escena que sugiere una intención de explorar las dinámicas de poder y la manipulación en una relación, pero esta exploración se queda en la superficie. Waters se centra más en el *cómo* de la trama que en el *por qué*, lo que disminuye el impacto emocional de la historia. La película, en su totalidad, es demasiado superficial; evita profundizar en las motivaciones de Aaron, dejando al espectador con una sensación de desconexión respecto a su personaje y sus acciones.

Las actuaciones son, en general, sólidas. Rhys Wakefield, como Aaron, logra transmitir la ambigüedad de su personaje, presentando al asesino como alguien que, aunque cruel, no es inherentemente malvado, sino más bien un producto de circunstancias. Catherine Penn, como Emma, se esfuerza por mantener la credibilidad en un papel que requiere tanto vulnerabilidad como fortaleza, y logra transmitir una mezcla de inocencia y determinación. Sin embargo, el reparto secundario, con interpretaciones a veces forzadas, no logra compensar la falta de desarrollo de los personajes principales. La química entre Wakefield y Penn es, sin embargo, perceptible, lo que ayuda a mantener el interés del espectador. La comedia, que intenta suavizar el tono oscuro, a menudo resulta forzada y poco natural, pero no llega a ser molesta hasta el punto de frustrar la experiencia.

El guion, tal y como dije anteriormente, es el principal punto débil de la película. La trama se basa en clichés del género, y las situaciones, aunque interesantes al principio, se resuelven de manera predecible. El giro argumental, al que se refiere el resumen, tiene su mérito, pero no es lo suficientemente impactante como para compensar las deficiencias del resto de la historia. Se intenta construir un dilema ético complejo, pero la ejecución es simplista y carente de matices. Los diálogos, en muchos casos, son torpes y poco creíbles. El desarrollo de la relación entre Emma y Aaron se siente apresurado, y la película no dedica suficiente tiempo a explorar las consecuencias emocionales de las acciones del protagonista. En resumen, "Mr. Right" es una comedia romántica con un giro oscuro que, aunque entretenida en su superficie, carece de la sustancia y la profundidad necesarias para dejar una impresión duradera.

Nota: 6/10