Muerte bajo el sol (1982)

Agatha Christie siempre ha sido un desafío para las adaptaciones cinematográficas, y 'Muerte bajo el sol' no es la excepción. Esta nueva versión, dirigida por Kenneth Branagh, se sitúa en el majestuoso Hotel Majestic de Torquay en 1926, y aunque logra recrear con éxito la atmósfera de los thrillers clásicos de la escritora, le falta el brillo y la sutileza que hacen que las novelas de Poirot sean tan cautivadoras. Branagh, como director y actor en el papel del detective, establece un Poirot cauto, meticuloso y con un aire de superioridad intelectual que es reconocible para los fanáticos, pero a veces se siente un poco caricaturesco.

La película se centra en la investigación de un diamante falso, la “Estrella de Torquay”, que incita a un grupo de personajes excéntricos a hospedarse en el hotel. Estos incluyen a Arlena Stuart, una actriz en declive, atormentada por un pasado oscuro; el ambicioso Dr. Leslie Ferrier, un médico obsesionado con la inmortalidad; el elegante y retorcido Sr. Bartholomew, un hombre de negocios con secretos, y la enigmática Miss Van Cleef, una artista que parece esconder más de lo que revela. El guion, adaptado de la novela, es, en general, sólido, presentando una trama intrincada y llena de giros inesperados que mantienen la atención del espectador. Sin embargo, la estructura narrativa se siente algo apresurada, comprimiendo ciertos elementos clave del original y, a veces, sacrificando el ritmo por el deseo de mantener la acción constante.

Las actuaciones son, en su mayoría, excelentes. Kenneth Branagh, como Poirot, transmite con convicción la lógica deductiva del detective, aunque su interpretación puede llegar a ser un poco excesiva en algunos momentos. Russell Boyd como el Dr. Ferrier ofrece una lectura inquietante y perturbadora, encarnando la locura y la obsesión con una profundidad sorprendente. Y Danielle Stevenson como Arlena Stuart aporta una vulnerabilidad y un misterio que justifican el tormento que la persigue. Sin embargo, el resto del reparto, aunque competente, no logra alcanzar la misma intensidad. El Sr. Bartholomew, interpretado por Jamie Dornan, carece de la amenaza implícita que la novela le otorga.

La cinematografía es exquisita, utilizando la luz natural y los paisajes costeros de Devonshire para crear una atmósfera de lujo y aislamiento. Los interiores del hotel, con su opulencia y sus pasillos laberínticos, son elementos visuales clave que contribuyen a la sensación de tensión. El diseño de producción es impecable y la banda sonora, discreta pero efectiva, acentúa los momentos de suspense. No obstante, a pesar de estos aspectos positivos, 'Muerte bajo el sol' no logra capturar la esencia misma de las historias de Agatha Christie: la combinación de misterio, personajes complejos y un final que subraya la importancia de la observación y el razonamiento. La película es visualmente atractiva y entretenida, pero carece de la magia particular que convierte a las novelas de Poirot en un clásico perdurable.

Nota: 7/10