Mutluyuz (2023)

“Mutluyuz” (Estamos Felices) es una película que, a pesar de su título optimista, ofrece una mirada cruda y profundamente honesta a la fragilidad del matrimonio y al proceso doloroso de intentar reconstruir una relación tras una traición. La película, dirigida con sensibilidad por Eren Kreke, se centra en la desintegración de la relación entre Ferhat (İbrahim Büyükak) y Aslı (Yasemin Sakallıoğlu), dos amigos que, inesperadamente, se ven arrastrados por la inminente ruptura y, buscando una solución, se ven impulsados a asistir a un programa de terapia de pareja en un hotel aislado. La premisa, por sí sola, es sólida y plantea un escenario ideal para explorar las complejidades de la comunicación, la confianza y el perdón.

La película se beneficia enormemente de las actuaciones sólidas de sus protagonistas. Büyükak, como Ferhat, transmite un torbellino de emociones – desde la desesperación y el arrepentimiento hasta la confusión y la vulnerabilidad – de manera convincente. Su interpretación es matizada y evita caer en clichés dramáticos, lo que le confiere autenticidad a su personaje. Sakallıoğlu, por su parte, representa a Aslı con una mezcla de cinismo, dolor y una chispa de esperanza. La química entre ambos actores es palpable, lo que intensifica la tensión dramática y crea un espacio para que el espectador se conecte emocionalmente con su lucha.

Sin embargo, la película no se limita a ser un drama romántico convencional. Kreke y su equipo cinematográfico logran construir un ambiente inquietante y claustrofóbico que refleja el estado emocional de los personajes. La fotografía, en tonos apagados y con una iluminación natural, contribuye a la atmósfera de desolación. Más allá del viaje de terapia, la película explora las consecuencias de la infidelidad no solo para los individuos involucrados, sino también para sus amigos y familias. El conflicto familiar que emerge a medida que la verdad se va revelando añade una capa adicional de complejidad a la trama, mostrando cómo las decisiones de un individuo pueden afectar a toda una red de relaciones.

No obstante, el guion, a pesar de su capacidad para generar tensión y suspense, a veces se siente un tanto lento y repetitivo. Algunas escenas podrían haberse condensado para evitar prolongar innecesariamente los momentos de introspección de los personajes. También es cierto que el final, aunque honesto, podría haber sido más impactante o ofrecer un cierre más contundente a la historia, dejando al espectador con una sensación de incompletud. La película se enfoca más en el *cómo* de la crisis que los personajes afrontan que en ofrecer soluciones o reflexiones profundas sobre el amor y el compromiso. A pesar de ello, la película es un relato conmovedor sobre la fragilidad de las relaciones y la importancia de la comunicación y la empatía.

Nota: 7/10