My Little Pony: Equestria Girls (2013)

“My Little Pony: Equestria Girls” no es precisamente una joya cinematográfica, pero tampoco un completo desastre. Más bien, se posiciona como una incursión deliberada en el universo de los ponies, adaptándolo con cuidado al género teen drama, una decisión que resulta a menudo confusa y, en ocasiones, incluso irritante. La película, con su presupuesto modesto, se esfuerza por entregar una historia atractiva para su público objetivo, niños y niñas que crecieron con la magia de Equestria, y en ese sentido, cumple su cometido sin demasiada dificultad.

La trama, aunque básica, presenta un concepto interesante: una incursión de las ponis en un mundo adolescente, donde Twilight Sparkle, ya no una criatura mágica, se ve forzada a lidiar con las presiones académicas, los dilemas sociales y la búsqueda de la identidad propia. La necesidad de recuperar una corona robada actúa como catalizador para una serie de acontecimientos, pero la ejecución es un tanto torpe. Los momentos de acción son escasos y carecen de la espectacularidad que se podría esperar de una película basada en un universo de fantasía. Sin embargo, la película no intenta ser una obra maestra de efectos especiales; su enfoque reside en construir un vínculo emocional con el espectador, y, en ese aspecto, logran un resultado aceptable.

La fuerte baza de “My Little Pony: Equestria Girls” radica en sus personajes. Las actuaciones de las actrices que interpretan a las adolescentes es, en general, convincente. Las implicaciones de las ponis como jóvenes humanas no son abordadas con la profundidad que se podría haber buscado, y a menudo se limitan a referencias sutiles a sus personalidades originales. Applejack, Rarity, Rainbow Dash, Pinkie Pie y Fluttershy se integran en sus roles de amigas adolescentes, proporcionando un elemento de familiaridad que atrae a los fans de la serie original. La química entre los personajes es un punto a favor, aunque a veces el guion se atasca en momentos de diálogo forzados para resaltar sus diferencias.

A pesar de sus virtudes, la película no escapa a algunos fallos narrativos. El guion, en ocasiones, se siente demasiado simplificado, y algunos de los conflictos resultan poco creíbles. Además, el ritmo es irregular, con momentos de tensión intercalados con escenas de socialización adolescente que, si bien son comunes en este género, a menudo pierden el rumbo. La dirección artística es colorida y vibrante, acorde al universo de My Little Pony, pero carece de originalidad. El sonido y la banda sonora contribuyen a crear una atmósfera alegre y festiva, aunque la música no destaca particularmente.

En definitiva, "My Little Pony: Equestria Girls" es una película de entretenimiento ligero y superficial, que se dirige principalmente a un público infantil. No es una obra maestra cinematográfica, pero ofrece un viaje divertido y familiar para aquellos que ya están familiarizados con el mundo de Equestria. Es una apuesta segura para una tarde familiar, aunque se espera una experiencia poco profunda.

Nota: 6/10