“Nancy Drew. Misterio en las colinas de Hollywood” se presenta como una propuesta fresca, aunque con una ejecución que, en última instancia, no alcanza la altura de las expectativas. La película, impulsada por la promesa de revitalizar el personaje clásico de la detective juvenil, nos lleva a un Los Ángeles envuelto en el brillo y la superficialidad de la industria cinematográfica. Emma Roberts, interpretando a Nancy Drew, logra transmitir con solidez la determinación y la inteligencia de la protagonista, pero se ve frustrada por un guion que, en ocasiones, se pierde en clichés y en exceso de situaciones inverosímiles.
La película se centra en el misterio de la muerte de una actriz famosa, cuya investigación recae en Nancy. Roberts ofrece una interpretación convincente, mostrando un crecimiento en el personaje que va más allá de la típica niña curiosa. La película intenta, con cierta sutileza, explorar temas como la ambición, el precio del éxito y la corrupción, pero la trama principal se ve constantemente eclipsada por un ritmo frenético y una sucesión de diálogos forzados. Tate Donovan, como el padre de Nancy, aporta un toque de paternalismo bien integrado, aunque su papel se limita en gran medida a ofrecer consejos y aliento a su hija. El resto del elenco secundario, compuesto por actores de reparto, contribuye a crear un ambiente caricaturesco y a menudo ridículo, que no siempre encaja con el tono que se pretende.
La dirección de Kyle Poehls es competente, pero carece de la chispa que podría haber transformado la película en algo realmente especial. Las secuencias de investigación son decentes, aunque la planificación visual no destaca particularmente. Se observa un intento de modernizar la estética del personaje, incorporando elementos visuales que recuerdan a las series de detectives juveniles actuales. Sin embargo, estas incorporaciones a veces resultan forzadas y no logran crear una atmósfera coherente. Los momentos de suspenso, aunque presentes, no están bien construidos y la resolución del misterio, para ser sincero, resulta predecible y algo simplista. El guion, escrito por Andrew Knapp y Justin Halpern, se basa en elementos de thrillers de crimen, pero carece de profundidad y de una exploración real de las complejidades del personaje.
En definitiva, “Nancy Drew. Misterio en las colinas de Hollywood” es una película entretenida, pero superficial, que no logra cumplir con todo su potencial. Aunque Emma Roberts brilla como Nancy Drew, la película se ve perjudicada por un guion débil, un ritmo irregular y una dirección que no aporta nada particularmente memorable. Es un entretenimiento ligero para una tarde cualquiera, pero no se espera que deje una huella significativa en la memoria del espectador. Se puede disfrutar, pero con las expectativas controladas.
Nota: 6/10