Nanny Doody (2008)

“Nanny Doody” no es, precisamente, una joya cinematográfica que marque un antes y un después. Sin embargo, logra ser un thriller egipcio de suspense bien construido, que ofrece entretenimiento y mantiene al espectador enganchado gracias a su trama intrincada y a la atmósfera que logra crear. La película se presenta como un pequeño puñado de clichés del género – la ladrona en busca de redención, el oficial de policía con un pasado oscuro, el misterio que se desvela poco a poco – pero los maneja con un cierto nivel de soltura, evitando caer en la parodia o la excesiva dependencia de fórmulas ya probadas.

La dirección de Omar Amir Hamza es notable en su capacidad para generar tensión y un ambiente opresivo en las escenas nocturnas de Alejandría. Las calles oscuras, la brisa marina y la música inquietante contribuyen a crear una sensación de peligro inminente. No se trata de una dirección visualmente ostentosa, sino de una apuesta por la atmósfera y la sugerencia, dejando que el espectador complete las escenas con su propia imaginación. A pesar de ello, algunos momentos se sienten un poco apresurados, especialmente en las escenas de acción, donde la velocidad a veces supera la naturalidad.

Las actuaciones son, en general, sólidas. Yasmin Abdulaziz brilla como Nanny Doody, interpretando a una mujer compleja y llena de contradicciones. Su personaje es ambivalente, a la vez vulnerable y astuta, lo que la hace entrañable a pesar de sus acciones cuestionables. Sameh Hussein ofrece un papel de detective contundente, con un aire de melancolía que acompaña a su personaje. Y Youssef Daoud, en un breve pero significativo papel, aporta un toque de misterio y profundidad al relato. La química entre los tres actores es palpable y contribuye a la credibilidad de las interacciones. No obstante, algunos personajes secundarios se sienten un poco planos, relegados a roles meramente funcionales.

El guion, escrito por Mohamed Diab y Bassem Youssef, es donde la película tiene su mayor debilidad. Si bien la trama es interesante y los giros inesperados mantienen la atención del espectador, la construcción de los personajes y la exploración de sus motivaciones son superficiales. El tema de la redención es abordado de manera simplista, y las consecuencias de las acciones de los personajes no siempre se exploran con la profundidad que merecen. A pesar de ello, la historia se desarrolla de manera coherente, evitando agujeros de trama importantes y manteniendo el ritmo a lo largo de sus casi dos horas y media de duración. El trasfondo social, la corrupción policial y la desigualdad en la sociedad egipcia son solo pinceladas que se intuyen, pero no se desarrollan plenamente.

En definitiva, “Nanny Doody” es un thriller egipcio recomendable para aquellos que buscan una película de suspense entretenida, pero que no exija una gran reflexión. Es una película de entretenimiento moderado, que cumple con su cometido de mantener al espectador enganchado hasta el final. No es una obra maestra, pero sí un disfrutable momento cinematográfico.

Nota: 6/10