Natale a Beverly Hills (2009)

“Natale a Beverly Hills” es, en esencia, una comedia navideña con ingredientes explosivos. No es una obra maestra cinematográfica, ni mucho menos, pero sí una película entretenida, visualmente deslumbrante y con una dosis considerable de humor, capaz de desconectar y ofrecer una escapada festiva. La dirección de Philippe Gelly se centra en la creación de un ambiente exagerado y caricaturesco, fiel al espíritu de la comedia que pretende ofrecer. Se nota una clara influencia de las comedias de situación estadounidenses, pero con una estética italiana distintiva que, a veces, resulta tanto atractiva como abrumadora. La ambientación en Beverly Hills, con sus mansiones ostentosas, coches deportivos y fiestas extravagantes, es un elemento clave para el éxito de la película. Se disfruta visualmente, y Gelly sabe cómo aprovechar la riqueza de los escenarios para intensificar el espectáculo. Sin embargo, la dirección a veces se pierde en el exceso, dejando que la comedia se diluya en un torbellino de situaciones y personajes poco profundos.

El reparto es, en general, sólido. John Travolta ofrece una actuación memorable, abrazando el papel del excéntrico Carlo con una naturalidad que contrasta con lo absurdo de sus acciones. Su carisma y su habilidad para la comedia física son evidentes en cada escena. La presencia de Seth Rogen, como el "hacker" Rocco, aporta un alivio cómico necesario y su interacción con Travolta es uno de los puntos fuertes de la película. No obstante, la actuación de Sabrina Ferilli, aunque elegante y con un toque de misterio, no llega a ser tan impactante como se esperaba. Su papel, aunque esencial para la trama, podría haber sido más desarrollado para darle mayor peso emocional a la historia. La película, en su intento de abarcar múltiples tramas secundarias, a veces sacrifica la profundidad de los personajes, reduciéndolos a arquetipos serviciales para el desarrollo de la acción.

El guion, escrito por Steve Bauer, es quizás el punto más débil de la película. Si bien el concepto de invadir la vida de un ex amante y desencadenar una serie de conflictos familiares es interesante, la ejecución carece de originalidad y a menudo recurre a clichés y situaciones previsibles. El ritmo, por momentos, es irregular, alternando momentos de tensión con gags innecesarios. Se intentan desarrollar algunas subtramas, como la de la ex esposa de Carlo, pero estas no llegan a desarrollarse plenamente, lo que deja un sabor agridulce. El humor, en su mayoría, es de tipo slapstick, con situaciones exageradas y diálogos a veces torpes. A pesar de estas deficiencias, la película logra mantener el interés del espectador gracias a su ambiente festivo y a la química entre Travolta y Rogen. La película se apoya mucho en el "chiste fácil" y la puesta en escena, sin profundizar mucho en las emociones de los personajes.

En definitiva, “Natale a Beverly Hills” es una comedia navideña divertida y entretenida, pero superficial. No es una obra maestra, pero sí una opción adecuada para una noche de cine en familia o como una forma de desconectar durante las fiestas. La química entre los protagonistas y la ambientación lujosa son sus mayores fortalezas, aunque el guion y el ritmo podrían haber sido más pulidos.

Nota: 6/10