Natural Selection (2011)

“Natural Selection” no es un thriller de suspense repleto de giros argumentales, ni una epopeya familiar llena de abrazos y sentimentalismo barato. Es, en su lugar, una pequeña y perturbadora película que se aferra a la incomodidad y a la fragilidad de la identidad, utilizando un drama doméstico como telón de fondo para explorar temas de culpa, secretos y la construcción de la narrativa propia. La película, dirigida por Peter Travis, construye una atmósfera de creciente ansiedad y desconfianza a medida que Linda White, interpretada con una maestría innegable por Naomi Watts, se ve inmersa en una búsqueda que se siente, desde el principio, como una prisión mental.

Watts ofrece una actuación soberbia. Su Linda no es una heroína convencional; es una mujer atrapada en un laberinto de sus propios sentimientos y miedos. Su desconcierto, su creciente desesperación y su necesidad desesperada de aferrarse a un último acto de generosidad son palpablemente reales. La actuación transmite una vulnerabilidad que es, a la vez, conmovedora y ligeramente inquietante. A menudo, su personaje se siente más como un fantasma en su propia vida, observando su pasado con una mezcla de arrepentimiento y confusión.

La dirección de Travis es sutil pero eficaz. Evita los clichés del melodrama y se centra en la creación de una sensación de desorientación. Los planos largos y contemplativos, la fotografía en tonos apagados y la banda sonora minimalista contribuyen a un ambiente de constante incomodidad. No hay grandes explosiones ni persecuciones; la tensión se genera en la quietud, en las miradas, en el silencio entre las palabras. La película utiliza el viaje como un catalizador para la introspección de Linda, pero más que un viaje físico, se trata de un viaje interior lleno de preguntas incómodas sobre quién es y qué significa la familia.

El guion, coescrito por Travis y la propia Watts, es donde reside la mayor fortaleza de la película. La historia, aunque basada en un premisa relativamente sencilla, se beneficia de un ritmo pausado que permite desarrollar la psicología de los personajes. La relación entre Linda y Raymond, a pesar de no ser el foco principal, está llena de tensión y un palpable sentimiento de rechazo. Se insinúa un pasado doloroso que explora la idea de la identidad construida a través de la negación y el silencio. La película no ofrece respuestas fáciles, sino que plantea preguntas sobre la verdad, el perdón y la naturaleza de la familia. Es una historia que se queda contigo mucho después de que los créditos finales hayan rodado.

Si bien "Natural Selection" puede no agradar a todos los espectadores, aquellos que disfrutan de películas que se centran en la complejidad psicológica y que desafían las convenciones narrativas, la encontrarán gratificante y, sin duda, memorable. No es una película fácil, pero es, sin duda, inteligente y perspicaz.

Nota:** 7/10