Negación (2016)

“Negación” (Inglés: *The Denial*) no es un documental grandilocuente, ni una batalla campal de argumentos históricos. Es, en cambio, una pieza de cine meticulosamente construida que se enfoca en la tensión psicológica y estratégica que subyace al complicado proceso legal que enfrentó la profesora Deborah Lipstadt y el conocido negacionista David Irving en 1996. La película, dirigida por Malcolm Clarke y Jim Loach, se centra en el proceso, en las conversaciones en la oficina de abogados, en los análisis de los expertos y en la silenciosa, pero poderosa, estrategia legal que Lipstadt implementó para desmantelar el argumento de Irving. Este enfoque, deliberadamente sobrio y reservado, es precisamente lo que lo hace tan impactante.

La película evita los clichés del melodrama judicial. No hay confrontaciones directas, ni declaraciones épicas frente a un jurado. En cambio, la narrativa se basa en la presentación de los testimonios de los abogados de Lipstadt, especialmente el brillante y pragmático Antony Foster, y en las declaraciones de los historiadores que, aunque no sobrevivientes del Holocausto, se sintieron profundamente comprometidos con la defensa de la verdad histórica. La película te permite vislumbrar el meticuloso trabajo de análisis documental que llevó a Lipstadt a desmantelar las falsedades de Irving, sin recurrir a las emociones fáciles del relato. Esto contribuye a que el espectador se sienta más como un participante en el proceso, evaluando los argumentos y llegando a sus propias conclusiones.

Las actuaciones son, en su mayoría, excelentes. Helena Bonham Carter, como Deborah Lipstadt, transmite una calma y una determinación inquebrantables, sin caer en la exageración. Su interpretación es sutil, pero increíblemente efectiva para comunicar la fuerza y el rigor intelectual de la protagonista. Geoffrey Robertson, quien interpreta a Antony Foster, es igualmente impresionante, aportando un toque de ingenio y una audacia que complementan a la perfección el personaje. La película, a pesar de no dar protagonismo a otros personajes, los que aparecen, como los historiadores y los abogados, están bien caracterizados.

El guion, aunque pausado, es inteligente y preciso. La película se adentra en la complejidad de la investigación histórica, detallando las discrepancias en las fuentes de Irving y la forma en que Lipstadt las expone. Se logra mostrar que la negación no es una posición simple, sino una construcción cuidadosamente elaborada con intenciones específicas. Además, se explora la importancia del “burden of proof” (la carga de la prueba) en este tipo de casos, evidenciando cómo la estrategia legal de Lipstadt se basa en exponer la falta de fundamento del argumento de Irving. La película tiene la habilidad de hacer entender al espectador la necesidad de verificar la información, incluso en el ámbito académico. El documental es una excelente herramienta para promover el pensamiento crítico y la investigación rigurosa.

Nota:** 8/10