“Negocios con Resaca” es la última incursión de Ken Scott en el terreno de la comedia, un proyecto que, si bien no alcanza la brillantez de su aclamado “Starbuck”, ofrece un entretenimiento ligero y divertido, aderezado con la química innegable entre sus protagonistas: Vince Vaughn y Andersole Owens. Scott, con su habitual estilo, construye una narrativa que se aleja de la grandilocuencia para concentrarse en lo cotidiano, en las situaciones embarazosas y en las consecuencias inesperadas de decisiones tomadas bajo la influencia del alcohol. La película no intenta reinventar la rueda, sino que se beneficia de elementos familiares y conocidos que resultan sorprendentemente efectivos.
La dirección de Scott es segura y competente. Evita los clichés más evidentes y se centra en crear un ambiente de humor torpe y realista. Observamos una atención al detalle en la ambientación de las situaciones, desde los bares desaliñados hasta los despachos de las grandes empresas. No obstante, si bien la película demuestra una habilidad para capturar momentos cómicos genuinos, a veces la dirección se limita a un ritmo pausado que, en algunos tramos, puede resultar un poco lento. Scott no teme a las situaciones absurdas, pero su estilo se inclina por un humor más observacional que por el slapstick. La banda sonora, discreta pero efectiva, contribuye a crear la atmósfera de la película.
La dupla de protagonistas, Vaughn y Owens, es el corazón de “Negocios con Resaca”. Vaughn, con su habitual sarcasmo y descaro, aporta la energía desenfrenada que caracteriza a su personaje, mientras que Owens ofrece un contrapunto más tranquilo y reflexivo. La química entre ambos es palpable y permite que las escenas de diálogo fluyan con naturalidad. El desarrollo de su relación, basada en un choque de personalidades y en la necesidad de colaborar en un plan arriesgado, es uno de los puntos fuertes de la película. Otros miembros del reparto, como Ray Liotta, aportan matices interesantes, aunque sus papeles son relativamente secundarios.
El guion, coescrito por Scott y Mike Slack, plantea una premisa interesante: dos empleados de una prestigiosa consultora, convencidos de tener la solución a los problemas de una empresa en crisis, se ven envueltos en un plan desesperado que los obliga a utilizar todo su ingenio y, por supuesto, a recurrir al alcohol para desbloquearse. La trama es predecible, pero bien ejecutada y presenta situaciones cómicas de alta calidad. A pesar de la estructura simplista, el guion logra mantener el interés del espectador a lo largo de su duración. Sin embargo, la película podría haber profundizado más en la exploración de los dilemas morales que plantea la situación, aunque esto podría haber comprometido la naturaleza ligera de la comedia.
En definitiva, “Negocios con Resaca” es una comedia entretenida que ofrece un buen rato en el cine. No es una obra maestra, pero cumple con su objetivo de divertir y entretener. La dirección segura de Ken Scott, la química entre Vince Vaughn y Andersole Owens y un guion sólido son los principales pilares de esta película.
Nota: 7/10
