Next (2007)

“Next” es un thriller de ciencia ficción que, a pesar de sus ambiciones, termina siendo una experiencia ambivalente. La premisa, la idea de un mago con la capacidad de prever el futuro y su potencial utilización por parte de la agencia antiterrorista, es intrínsecamente fascinante y abre un abanico de posibilidades narrativas que, en el fondo, no se explotan del todo. La película intenta jugar con la tensión y la incertidumbre, ofreciendo momentos de genuina suspense, pero a veces se ve lastrada por una ejecución un tanto predecible y por un ritmo que oscila entre lo pausado y lo apresurado.

El director Rob Meyer, apuesta por una atmósfera claustrofóbica en Las Vegas, utilizando la luz y la sombra para enfatizar la desesperación de Cris Johnson, interpretada de forma convincente por Brian Cox. Cox, como siempre, imparte autoridad y un aire de melancolía que transmite con matices, su personaje es un hombre atrapado en su propia habilidad, condenado a ser consciente de la catástrofe inminente sin poder evitarla, o al menos, de manera efectiva. La química entre Cox y Rosamund Pike, quien da vida a Callie Ferris, es otro punto fuerte. Pike ofrece una interpretación sólida como agente decidida y con una profunda carga emocional al enfrentarse a la responsabilidad de una misión de vida o muerte. Su personaje aporta un contrapunto a la introspección de Johnson, mostrando la determinación de la acción frente a la contemplación de la premonición.

Sin embargo, el guion de Michael Dougherty y Kerry Williamson, aunque rico en conceptos, se complica con un desarrollo excesivamente lineal y con algunos giros argumentales que se sienten forzados y poco naturales. El uso de los “portales temporales” como mecanismo para la alteración del futuro es una mecánica compleja que, en aras de la claridad, se simplifica en exceso, debilitando la plausibilidad de la historia. Además, la película se deja llevar por la acción y el espectáculo, descuidando a veces la profundización en el trasfondo psicológico de los personajes y las implicaciones morales de su misión. El tema de la predestinación versus el libre albedrío, aunque presente, no se explora con la profundidad que merecía. La fotografía, por otro lado, es notable, con una paleta de colores apagada que refuerza la atmósfera de fatalidad. La dirección artística logra recrear con éxito el ambiente desolador de Las Vegas, pero no alcanza a convertirla en el verdadero centro de la narrativa.

En definitiva, “Next” es un thriller entretenido, pero que, a pesar de sus elementos interesantes, no logra alcanzar su máximo potencial. Ofrece un buen punto de partida, pero carece de la originalidad y la sutileza que la elevarían a una categoría superior. Un ejercicio de ciencia ficción con algunos aciertos, pero que, en última instancia, deja un sabor agridulce.

Nota: 6/10