Nightsiren (2022)

“Nightsiren” es, en su esencia, una película inquietante y atmosférica que se sumerge en las profundidades de una comunidad rural aferrada a creencias ancestrales y un pasado oscuro. La historia, aunque inicialmente sencilla - una mujer regresa a su hogar para confrontar un trauma infantil - rápidamente se transforma en una compleja alegoría sobre la paranoia, el miedo a lo desconocido y la fragilidad de las fronteras entre la verdad y la leyenda. La directora, Elara Vance, crea un ambiente opresivo desde el primer minuto, utilizando la belleza agreste y desoladora de las montañas como un personaje en sí mismo, reflejando la angustia interna de la protagonista y el aislamiento de la aldea.

La dirección de Vance es notable en su capacidad para generar tensión sutil y prolongada. Evita los trucos fáciles y la violencia explícita, confiando en el trabajo de la fotografía y la banda sonora para evocar el terror psicológico. La iluminación, en particular, juega un papel crucial, con sombras que se alargan y distorsionan, acentuando la sensación de que algo maligno acecha en las profundidades del bosque y dentro de las mentes de los aldeanos. Se nota un claro respeto por la estética del folklore y lo gótico, inspirándose en historias de brujas y seres ancestrales, aunque sin caer en clichés baratos.

El actor principal, Lyra Bellweather, ofrece una actuación sutil y poderosa. Su interpretación de Elara, la protagonista, es compleja y llena de matices. Bellweather transmite la desesperación, la confusión y la creciente paranoia de su personaje con una naturalidad que permite al espectador conectar emocionalmente con ella. El resto del elenco secundario, compuesto principalmente por actores locales, también ofrece actuaciones sólidas, dotando a los aldeanos de una credibilidad inquietante, cada uno representando un aspecto diferente de la superstición y la intolerancia. Sin embargo, algunas de las interpretaciones se ven eclipsadas por la atmósfera general.

El guion, aunque a veces se permite caer en algunos momentos repetitivos en la descripción de las creencias locales, logra construir una narrativa coherente y progresivamente más tensa. La historia explora la naturaleza del trauma y cómo éste puede manifestarse de maneras inesperadas, tanto en la memoria de la protagonista como en el comportamiento de las personas que la rodean. El guion no ofrece respuestas fáciles, dejando al espectador con la incertidumbre sobre la verdadera naturaleza de los eventos que se desencadenan. Es un punto a favor, ya que el final abierto invita a la reflexión. Si bien la trama principal no se complica excesivamente, los elementos folclóricos y las insinuaciones de fuerzas sobrenaturales se entrelazan de manera efectiva, generando un impacto duradero. La película no rehúye de explorar la amargura inherente a la ignorancia y la ceguera ante lo que está fuera de lo conocido.

A pesar de algunas ligeras fallas en la ejecución, "Nightsiren" es una película de terror psicológico absorbente y perturbadora, que se queda en la mente mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar. La ambigüedad y el enfoque en la atmósfera crean una experiencia cinematográfica inolvidable.

Nota: 7/10