Ninja Turtles: Caos mutante (2023)

“Ninja Turtles: Caos Mutante” no es una película para convertirlos en un fan acérrimo de las Tortugas Ninja desde el primer vistazo, ni tampoco la pretende ser. Más bien, es una aventura de acción repleta de efectos visuales llamativos y un ritmo frenético que, aunque no siempre coherente, resulta entretenida y, en su justa medida, divertida. La película intenta, con cierto éxito, ofrecer una versión más cercana a sus personajes, enfocándose en su proceso de aceptación social en una Nueva York moderna. La idea de que los hermanos Tortuga, después de su larga exilio, deseen ser vistos como adolescentes normales, con sus propios problemas y aspiraciones, es una premisa interesante y que, en la práctica, sirve como catalizador para las escenas de acción más emocionantes.

La dirección de Dave Green logra un equilibrio entre el humor, la acción y la construcción del mundo. Hay momentos, especialmente en las primeras horas, donde la película se toma su tiempo para desarrollar los personajes y establecer la dinámica entre las Tortugas, April y el detective Donatello. Sin embargo, a medida que avanza la trama y la escala de la amenaza mutante se intensifica, la película empieza a acelerarse, sacrificando a veces la sutileza por la espectacularidad. La coreografía de las escenas de lucha es, en general, sólida y creativa, incorporando elementos de artes marciales y comedia que la hacen única. Los efectos especiales, aunque ya no son una novedad en el cine de superhéroes, se ven bien integrados y sirven para crear un ejército de mutantes grotescos y amenazantes, con un diseño visual que, si bien es exagerado, contribuye al tono general de la película.

Las actuaciones son sólidas. Michael, Casey y Raphael, interpretados por Austin Hill, Micah Abbey y Noah Stevenson, respectivamente, ofrecen interpretaciones convincentes, capturando la esencia de sus personajes de forma admirable. El desarrollo de sus relaciones, tanto entre ellos como con April, es uno de los puntos fuertes de la película. Aunque la relación entre Leonardo y April, interpretada por Pauly Vallejo, carece de profundidad y se siente un tanto forzada, su presencia sirve para mantener el hilo narrativo y actuar como punto de contacto entre el mundo humano y el de las Tortugas. La actuación de Illyana Hierro como Shredder es, en cambio, un poco decepcionante; se limita a ser la caricatura de un villano implacable sin aportar mucha complejidad a su personaje.

El guion, aunque en general entretenido, presenta algunas fallas. La trama, a pesar de su dinamismo, se siente un tanto previsible y recurre a clichés del género. Los diálogos, en ocasiones, son un tanto expositivos y carecen de ingenio. Sin embargo, la película logra mantener el interés del espectador gracias a su ritmo acelerado y a la combinación de acción, comedia y referencias a la cultura pop. En última instancia, “Ninja Turtles: Caos Mutante” es una película de acción adolescente que cumple su cometido sin pretensiones y que ofrece un entretenimiento decente para familias y aficionados a los superhéroes.

Nota: 6.5/10