No desearás a la mujer del vecino (1971)

“No desearás a la mujer del vecino” no es un thriller especialmente innovador, ni tampoco una obra maestra del cine español contemporáneo. Sin embargo, la película consigue generar un cierto interés a través de una premisa sencilla, pero con un potencial dramático bastante elevado. Se centra en la infidelidad marital, un tema recurrente en el séptimo arte, que aquí aborda con una mirada realista y desapasionada, mostrando la fragilidad de los matrimonios, las decepciones y las consecuencias de las decisiones egoístas. La película no intenta glorificar la infidelidad, sino documentarla con un tono implacable que, en última instancia, resulta más perturbador que cualquier enfrentamiento explosivo.

La dirección de David Pinillos es sólida, pero sin grandes despliegues de virtuosismo. Se centra en la construcción del ambiente, en la atmósfera de insatisfacción y frustración que permea las vidas de los protagonistas. El ritmo es pausado, lo que permite al espectador asimilar las emociones y las motivaciones de cada personaje. Sin embargo, ese ritmo pausado a veces se siente un poco largo, especialmente en la primera mitad de la película, lo que podría haber beneficiado de una mayor dinamización. Pinillos consigue, sin embargo, mantener una cierta tensión latente a lo largo de la historia, preparando el terreno para el desenlace.

Las actuaciones son, en general, muy buenas. Elena Anaya y Marta Etura, como Inés y Susana, respectivamente, ofrecen interpretaciones convincentes y realistas. Anaya transmite la creciente insatisfacción y el deseo de escape con una naturalidad que es realmente impactante. Etura, por su parte, logra capturar la desesperación y la confusión de una mujer que se encuentra en una encrucijada de su vida. El resto del reparto cumple, aunque los personajes secundarios no reciben tanta atención como los protagonistas. Se nota que la película se centra en la dinámica entre las dos mujeres infieles y sus maridos.

El guion, escrito por Pinillos y Ernesto Pascual, es donde la película tiene sus mayores fallos. Si bien la premisa es interesante y las motivaciones de los personajes son comprensibles, la ejecución es a veces plana y predecible. El desarrollo de las situaciones se siente un poco forzado, y algunos diálogos resultan artificiales. No obstante, la película logra plantear preguntas interesantes sobre el amor, el deseo, la responsabilidad y las consecuencias de nuestras acciones. El guion no ofrece soluciones fáciles, ni tampoco pretende moralizar, simplemente presenta un escenario complejo y deja al espectador decidir qué es lo correcto o lo incorrecto.

La película no es un drama romántico en el sentido tradicional. Es un drama psicológico, una reflexión sobre las relaciones humanas y la complejidad del deseo. La ambientación en la Madrid de principios de los 90, con sus edificios de ladrillo visto y sus calles llenas de vida, añade un toque de autenticidad a la historia. Aunque no es una película que deje una huella imborrable, “No desearás a la mujer del vecino” es un ejercicio de observación realista y una historia que invita a la reflexión.

Nota: 6.5/10