No manches Frida (2016)

“No manches Frida” es una comedia de acción que, a pesar de sus propulsores, se deshonra un poco por la excesiva dependencia del humor absurdo y un guion que, aunque entretenido en su superficie, carece de profundidad. La película, dirigida por Adrián Urso, nos presenta a Zequi, interpretado con una energía contagiosa por Aarón Montero, un ladrón de bancos recién salido de la cárcel con la misión de recuperar el dinero que enterró su cómplice, una mujer excéntrica y, digamos, poco convencional. Su plan, que involucra la extraña y poderosa Lila (Paola Nuñez), se complica dramáticamente al descubrir que la señora ha transformado el lugar del botín en un centro de fitness con un profesor sustituto. El giro, por sí solo, promete una trama rocambolesca, pero la ejecución resulta desigual.

La dirección de Urso intenta mantener un ritmo frenético, utilizando la acción y el humor para enmascarar las lagunas del guion. Sin embargo, la comedia se basa en situaciones y diálogos que, en su mayor parte, se sienten forzados y predecibles. Las bromas son a menudo tan obvias que pierden su impacto cómico. La película se siente como una serie de gags apilados uno encima de otro, en lugar de una trama cohesiva. La idea de un gimnasio dirigido por Frida Kahlo (interpretada, notablemente, por Ximena Rissi) es original y visualmente atractiva, aportando un toque de surrealismo que podría haber enriquecido la historia. La puesta en escena, con detalles visuales que recuerdan al estilo de Kahlo, es digna de elogio.

Afortunadamente, las actuaciones son un punto fuerte. Montero brilla con su carisma, interpretando a Zequi con una mezcla de desesperación, astucia y un toque de vulnerabilidad. Nuñez, como Lila, aporta un toque de locura y una energía inagotable. Rissi, por su parte, logra dar vida al personaje de Kahlo, manteniendo un equilibrio entre el surrealismo y la dignidad del artista. La dinámica entre los tres actores es el corazón de la película y, sin duda, lo que la mantiene en movimiento. A pesar de sus defectos, el elenco lo hace todo con honestidad y entusiasmo.

En resumen, “No manches Frida” es una película divertida y entretenida que, aunque no alcanza la excelencia, ofrece un escape agradable. Su ritmo acelerado y el carisma de sus protagonistas compensan, en parte, las debilidades del guion. No es una obra maestra cinematográfica, pero sí una comedia de acción ligera y unida a un personaje icónico. Es una película que se disfruta más por su entretenimiento inmediato que por su profundidad temática.

Nota: 6/10