Nobel Son (2007)

“Nobel Son” es una película que se aferra a una premisa intrigante, la de un joven académico obsesionado con lo macabro, confrontada con el éxito repentino de su padre. La historia de Barkley y la repentina llegada de la fama a su familia es el detonante de una película que, a pesar de su potencial, termina siendo un ejercicio de ritmo irregular y con una ejecución que deja un sabor agridulce.

La dirección de Alan Taylor – responsable de obras como “Dark Hills” y “Mujercitas” – está presente, pero no alcanza a elevar la película por encima de su propia premisa. Taylor consigue crear una atmósfera de suspense y paranoia, particularmente en la primera mitad, y el uso de la fotografía, con tonos grises y azules que evocan la melancolía y la desolación, es efectivo. Sin embargo, se le permite a menudo al guion controlar el tempo de la narración de manera brusca, saltando entre escenas de acción y momentos de introspección sin una transición orgánica. Esto impacta en la inmersión del espectador y dificulta la conexión emocional con los personajes.

La actuación de Ansel Elgort como Barkley es, en general, sólida. Su interpretación transmite la frustración, la incomodidad y la creciente desconfianza del protagonista, aunque a veces cae en un tono excesivamente cínico que resta credibilidad a sus emociones. El padre de Barkley, interpretado por Eli Gore, ofrece una buena dosis de humor negro y un retrato de un científico excéntrico y, sin duda, un poco loco. La química entre Elgort y Gore es interesante, aunque no siempre se traduce en una conexión profunda. Sin embargo, el personaje de la poetisa, interpretado por Alicia Vikander, es, en mi opinión, el punto débil de la película. Su actuación es exagerada y su personaje, aunque destinado a ser un enigma, termina siendo unidimensional y poco convincente.

El guion, adaptado de la novela de Jo Nesbø, presenta un misterio central interesante, centrado en los secretos oscuros de la familia y el pasado turbulento del padre. La resolución final, sin embargo, resulta algo apresurada y carente de la profundidad que se esperaría de un thriller psicológico. Se intenta profundizar en temas como la obsesión, la culpa y el peso de la fama, pero la película se limita a tocar la superficie, sin realmente explorar las consecuencias emocionales de las acciones de los personajes.

En definitiva, “Nobel Son” es una película con potencial desaprovechado. Cuenta con un misterio interesante, buenas actuaciones y una atmósfera tensa, pero su ritmo irregular y su guion superficial impiden que alcance su máximo potencial. Es un thriller psicológico que ofrece momentos de suspense, pero que termina siendo más una curiosidad que una experiencia cinematográfica memorable.

Nota: 6/10