Noche de graduación 2: Hello Mary Lou (1987)

“Noche de Graduación 2: Hello Mary Lou” no es, precisamente, una reinvención brillante del original de 1998, sino más bien una relectura meticulosa y, a veces, casi paródica de una joya del cine de terror independiente. La película, dirigida de nuevo por Tod Hall, se apoya fuertemente en la nostalgia y en la atmósfera inquietante que marcó la primera entrega, buscando un equilibrio delicado entre el humor negro y el horror visceral, un equilibrio que, aunque no siempre logra dominar, es admirable en su persistencia.

La dirección de Hall es precisa y, en ocasiones, incluso sorprendente. El uso del color, particularmente en las escenas que evocan el pasado, es especialmente efectivo. La película no busca la grandilocuencia visual, sino que se centra en los pequeños detalles, en los gestos y las miradas que crean una sensación de incomodidad constante. Hay un control absoluto sobre el ritmo, jugando con la paciencia del espectador y construyendo la tensión gradualmente, anticipando los momentos más impactantes con maestría. No es una película que te bombardee con sustos, sino que te envuelve en un ambiente de paranoia y suspenso. La banda sonora, compuesta principalmente por la icónica canción "Hello Mary Lou" (interpretada con una sensibilidad inquietante), se integra a la perfección en la narrativa y actúa como un elemento recurrente que evoca constantemente el pasado y la obsesión del personaje.

El núcleo de la película reside en la interpretación de Sandra Tsing, quien ofrece una performance deslumbrante como Mary Lou. Su caracterización es magistral: una mezcla de frialdad calculada, vulnerabilidad lacerante y venganza implacable. Tsing no se limita a interpretar el papel, lo *vive*. La evolución de Mary Lou, a lo largo de las décadas, se muestra con una sutileza que permite al espectador comprender la profundidad de su dolor y la complejidad de sus motivaciones. El resto del elenco, especialmente Michael McShane como el sheriff Ben, aporta matices a la historia con actuaciones sólidas que, sin ser sobresalientes, complementan la visión general. Se nota, sin embargo, cierta dependencia del personaje de McShane para darle un poco de contraste al personaje de Tsing.

El guion, escrito en su totalidad por Hall, se beneficia del legado del original, pero también introduce elementos nuevos y, en algunos casos, ligeramente forzados. Si bien la historia principal es efectiva, hay algunas subtramas que no llegan a desarrollarse completamente y que, por ello, resultan un tanto desaprovechadas. La película se burla de ciertos tropos del género de venganza, y aunque esto puede ser divertido, también puede restar fuerza a la intensidad emocional de la historia. La utilización del "flashback" para revelar los detalles de la noche del baile es efectiva, pero se recurre a él en ocasiones innecesariamente, ralentizando el ritmo. En general, el guion es sólido, pero con margen de mejora en términos de ritmo y desarrollo de personajes secundarios.

En definitiva, "Noche de Graduación 2: Hello Mary Lou" es una película que, aunque no alcanza la perfección del original, ofrece una experiencia cinematográfica inquietante y entretenida para los fans del género y para aquellos que aprecian el terror independiente. No es una obra maestra, pero es un ejercicio de homenaje bien ejecutado y, sobre todo, una lección de que, a veces, la nostalgia puede ser un arma poderosa.

Nota: 7/10