Noche de venganza (2017)

“Noche de venganza” es un thriller neo-noir que, si bien no llega a la sofisticación del original francés “Nuit blanche”, consigue ser un entretenimiento tenso y, en ocasiones, sorprendentemente inteligente. La película se centra en Vincent Downs (Fox), un agente de policía moralmente ambiguo que se ve inmerso en una tejedura de corrupción policial que llega hasta la cima de un poderoso casino. Cuando un atraco fracasa y su hijo es secuestrado, Downs se ve obligado a pasar de ser un oficial en las sombras a un agente de justicia improvisado, enfrentándose a sus propios colegas y a una noche llena de peligros. La premisa, aunque no original, se ejecuta con una notable eficacia.

La dirección de Matthew Barry, en su primera incursión en la dirección, es sólida y precisa. Crea una atmósfera de paranoia y claustrofobia, aprovechando al máximo la iluminación neón y la lluvia constante de Chicago. La película se beneficia de un ritmo implacable, donde cada escena parece estar repleta de tensión, utilizando tomas cerradas y un sonido envolvente para mantener al espectador al borde del asiento. Sin embargo, a veces se permite excesos estilísticos que, si bien contribuyen a la estética de la película, pueden resultar un tanto distractivos.

La actuación de Fox es un punto fuerte indiscutible. Su interpretación de Vincent Downs es magistral; un hombre consumido por la culpa, la venganza y la desesperación. Demos su evolución a lo largo de la noche, desde su abatida actitud inicial hasta su transformación en un hombre decidido, como una prueba de su capacidad interpretativa. El resto del reparto, aunque no destaca con actuaciones memorables, cumple sus funciones de manera adecuada, ofreciendo personajes secundarios interesantes y necesarios para el desarrollo de la trama. Particularmente, el personaje de la jefa de policía, interpretado por Regina King, aporta una complejidad moral que añade capas a la narrativa.

El guion, adaptado del original francés, presenta algunos problemas de ritmo y coherencia. Si bien la idea central es intrigante, se siente algo forzada en algunos momentos, con giros argumentales que, aunque efectivos, no siempre se integran de la manera más orgánica posible. Se intenta recrear la sensación de desorientación del personaje principal, pero a veces la película sacrifica la lógica narrativa por la necesidad de mantener el suspense. La trama explora temas como la corrupción, la lealtad y la moralidad, pero no profundiza lo suficiente en estos aspectos, quedando como una mera excusa para las escenas de acción y persecución. No obstante, la tensión y la intriga son constantes, y el final, aunque predecible, cumple con su función de concluir la historia de manera satisfactoria.

En definitiva, “Noche de venganza” es un thriller de acción pulido y entretenido, que ofrece un buen espectáculo visual y una actuación destacada de Fox. Aunque el guion presenta algunos defectos, la película logra mantener el interés del espectador gracias a su ritmo rápido y su atmósfera opresiva. Es un remake competente, pero carente de la originalidad y la profundidad que hizo al original francés tan memorable.

Nota: 7/10