Noche en el museo 2 (2009)

“Noche en el Museo 2” no es una obra maestra del cine, pero sí una reinvención decidida y entretenida de la fórmula que consagró a la original. Ben Stiller, con su característica energía y torpeza, vuelve a encarnar a Larry Daley, el vigilante del Museo de Historia Natural que se encuentra inesperadamente en el centro de una conspiración internacional. La premisa, de ser algo absurda, se ejecuta con una ligereza que permite que la película funcione como una comedia familiar clásica, llena de gags visuales y situaciones cómicas que mantienen al espectador interesado hasta el final. La decisión de trasladar a los personajes históricos al Smithsonian es un excelente catalizador para la trama, ofreciendo oportunidades ilimitadas para encuentros inesperados y comparaciones humorísticas que son verdaderamente brillantes. El contraste entre la soledad y el aislamiento de Larry y el caos que desata la llegada de figuras legendarias genera un dinamismo que es central para el éxito de la película.

Sin embargo, la película no se limita a la simple diversión. La dirección de Chris Miller es sólida, utilizando efectos especiales y planos creativos para destacar los diferentes personajes históricos y sus peculiaridades. La banda sonora, que incorpora elementos de música de época para cada figura histórica, es un elemento clave que contribuye a la atmósfera general de la película. Pero, a pesar de estos logros técnicos, es el guion lo que realmente resalta. Aunque presenta algunos clichés de la comedia, logra desarrollar personajes secundarios interesantes y generar momentos de tensión genuina en medio de la alocada trama. El encuentro con Amelia Earhart, interpretada con una fuerza y determinación convincentes por Jessica Alba, y la interacción con Albert Einstein, dota a la historia de un toque educativo y, al mismo tiempo, hilarante. La incorporación de figuras icónicas como Capone, Iván el Terrible y Napoleón añade un extra de diversión y un elemento de reconocimiento instantáneo para el público.

Las actuaciones, como es habitual con Ben Stiller, son sólidas y divertidas. Stiller se siente cómodo en el papel de Larry, transmitiendo su vulnerabilidad y su creciente entusiasmo mientras se enfrenta a la amenaza. Sin embargo, el verdadero punto fuerte reside en la interpretación de los secundarios. Stanley Tucci como Jedediah es simplemente brillante, aportando una mezcla perfecta de ingenuidad y valentía. Y la presencia de actores de renombre como Angela Bassett como Harriet Tubman y Robin Williams como el mismo Larry Daley (en un cameo emotivo) elevan la calidad de la película. La película, aunque intenta, no profundizar mucho en los personajes históricos más allá de su humorístico rol, lo cual es comprensible dada la duración del metraje. La trama, a pesar de los giros inesperados y las situaciones absurdas, mantiene un ritmo constante y se centra en la diversión y el entretenimiento.

En definitiva, “Noche en el Museo 2” es una comedia ligera y refrescante, que sabe aupar el listón con respecto a su predecesora. No pretende ser un análisis profundo de la historia, sino una celebración del humor y la imaginación. Si buscas una película para disfrutar en familia y desconectar, es una opción válida y entretenida. La película sabe gozar con la idea de combinar elementos históricos con comedia, y lo logra sin perder el equilibrio. El resultado es un escape divertido y, en cierto modo, inofensivo.

Nota:** 7/10