Nomadland (2021)

‘Nomadland’ no es simplemente una película sobre la vida nómada; es una meditación introspectiva sobre la pérdida, la soledad y la búsqueda de significado en un mundo cada vez más fragmentado. Chloe Zhao, en su debut como directora, construye una experiencia cinematográfica profundamente conmovedora, lejos de los excesos narrativos y el melodrama fácil que a veces asolan el género dramático. La película, ambientada en la desolada belleza del oeste estadounidense, no se aferra a una trama lineal o a un argumento espectacular, sino que se centra en el viaje de Fern (Melissa McCarthy), una mujer que, tras la pérdida de su marido y el colapso de su vida estable, elige la libertad de la carretera, convirtiéndose en una de las miles de nómadas modernos que habitan los campamentos improvisados a los pies de las autopistas.

El guion, escrito por Zhao y Tracy Letts, es notable por su honestidad brutal y su apego a la realidad. Evita la romantización de la vida nómada, mostrando las dificultades, los desafíos económicos y la soledad inherente a este estilo de vida. La película no ofrece respuestas fáciles; nos presenta a Fern como una mujer con un pasado doloroso, marcada por la pérdida y la decepción, pero también con una increíble fortaleza interior y una genuina curiosidad por el mundo que la rodea. Los diálogos son sencillos y directos, sin adornos o sentimentalismos gratuitos, lo que contribuye a la sensación de autenticidad que impregna la película.

Las actuaciones son excepcionales. Melissa McCarthy, lejos de su habitual comedia, ofrece una interpretación magistralmente sutil, transmitiendo la tristeza, la vulnerabilidad y la determinación de Fern con una economía de medios impresionante. Frances McDormand, quien también interpreta a Linda, una mujer que vive de manera similar, complementa a McCarthy con una presencia imponente y una sabiduría adquirida a través de años de experiencia. El resto del elenco, compuesto principalmente por actores no profesionales que representan a los nómadas reales, aporta una vitalidad y una autenticidad inigualables, creando una galería de personajes memorables y complejos.

Más allá de la historia personal de Fern, ‘Nomadland’ es una crítica implícita a la sociedad contemporánea. Muestra cómo el sistema económico, la falta de oportunidades laborales y la desestabilización de las comunidades tradicionales pueden empujar a las personas a los márgenes. La película plantea preguntas difíciles sobre el valor del trabajo, la seguridad, la pertenencia y el significado de la vida en un mundo en constante cambio. La fotografía de Joshua James Richards es simplemente sublime, capturando la belleza agreste del paisaje estadounidense y utilizando la luz natural para crear una atmósfera melancólica pero esperanzadora. El sonido, con la omnipresente música country y los ruidos de la carretera, contribuye a la inmersión total del espectador. ‘Nomadland’ no busca emociones fuertes o un final espectacular. Su fuerza reside en la sutileza, en la capacidad de evocar sentimientos profundos y en la honestidad con la que retrata una realidad poco vista.

Nota: 8.5/10