Northmen: Los Vikingos (2014)

“Northmen: Los Vikingos” no es una película que busca redefinir el género de la épica vikinga, pero sí ofrece una experiencia de entretenimiento sólida y visualmente atractiva, con un enfoque particular en la supervivencia y la camaradería entre sus personajes. Dirigida por Christian Gjertsen, la película se distancia ligeramente de las representaciones típicas de los vikingos como meros guerreros destructivos, profundizando en la complejidad de sus motivaciones y en el peso de las decisiones que enfrentan. La historia, aunque predecible en su estructura básica, se beneficia de un ritmo constante y de la atmósfera inmersiva que logra crear, gracias en gran medida a la fotografía y al diseño de producción.

La película se centra en la huida de un grupo de vikingos despojados de su estatus y forzados a luchar por su supervivencia en territorio desconocido. La trama se desarrolla con una fluidez sorprendente, impulsada por la necesidad desesperada de Asbjörn, interpretado con una contundente mezcla de determinación y vulnerabilidad por parte de Gustaf Skarsgård, de regresar a su pueblo natal y reclamar su posición. Si bien el guion no sobresale por su originalidad, se beneficia de un sólido desarrollo de los personajes secundarios, quienes contribuyen a la dinámica de grupo y añaden matices a la narrativa. El encuentro con el monje guerrero, interpretado por Johan Ulv Mosesson, es un elemento crucial, aportando un giro inesperado y una capa de misterio a la aventura. La película evita caer en clichés, presentando conflictos morales ambiguos y dilemas éticos que obligan a los personajes a tomar decisiones difíciles.

La dirección de Gjertsen se caracteriza por su cuidado en la recreación de la Escocia del siglo IX, con una atención meticulosa a los detalles y a la ambientación. Los paisajes, desde las montañas escarpadas hasta las costas rocosas, se convierten en personajes más que un simple telón de fondo. Las escenas de acción, aunque no excesivamente elaboradas, son efectivas y se integran de forma natural en la narrativa. El diseño de las batallas es realista, evitando la glorificación de la violencia y mostrando el coste humano de la guerra. La banda sonora, que combina elementos folclóricos con una estética moderna, refuerza la atmósfera épica de la película. La fotografía, en particular, es sobresaliente, utilizando la luz natural para crear contrastes dramáticos y resaltar la belleza agreste del entorno.

Las actuaciones son generalmente sólidas, con Skarsgård destacando como el líder carismático y atormentado de la expedición. Sin embargo, algunas de las secundarias carecen de la misma profundidad y complejidad. No obstante, el reparto complementario, incluyendo a Lars Erik Falkenborg como el rey Dunchaid y a Trine Dyrby Hagen como una mujer sorprendentemente fuerte y decidida, aporta dinamismo al conjunto. En definitiva, “Northmen: Los Vikingos” es una película entretenida y visualmente atractiva, que ofrece una visión más humana y realista de los vikingos, alejándose de los estereotipos y centrándose en la lucha por la supervivencia y la lealtad. Si bien no es una obra maestra, cumple con su cometido de ofrecer una experiencia cinematográfica satisfactoria para el espectador que busca una aventura épica en un contexto histórico fascinante.

Nota: 7/10