Noryang: la batalla final (2023)

“Noryang: la batalla final” no es solo una película de guerra; es un espectáculo cinematográfico diseñado para dejar al público sin aliento. El director Kim Han-min, que ya había explorado el legado del almirante Yi Sun-shin en obras anteriores, demuestra una maestría en la dirección de escenas de acción y un profundo respeto por la épica histórica coreana. La película se adentra en el crucial momento de la Batalla de Noryang, el clímax de las invasiones japonesas de Corea, y la tensión que se siente a lo largo de las casi tres horas de duración es palpable. Han-min no se limita a recrear la batalla; construye una atmósfera opresiva, un mar de tormenta, de peligro constante y de hombres luchando por su patria. La película sabe tejer un sentido de urgencia que es casi físico.

Las actuaciones son, en general, sólidas. Song Jo-ong-ki, como Yi Sun-shin, ofrece una interpretación estoica y convincente. Evita el melodrama excesivo, concentrándose en la firmeza y la responsabilidad de un líder en tiempos de crisis. No es un héroe perfecto, se le ve vacilando, dudando, pero siempre impulsado por su deber. El resto del elenco, compuesto por actores coreanos menos conocidos, cumple su función con naturalidad. Particularmente me llamaron la atención las representaciones de los personajes secundarios, quienes aportan humanidad y complejidad a un conflicto tan monumental. Se nota que se ha invertido en la formación de los actores, logrando que sus interpretaciones sean creíbles y auténticas. El acento coreano y las costumbres de la época se han recreado con precisión.

El guion, a pesar de sus momentos de cierta previsibilidad, presenta un buen nivel de investigación histórica. Se esfuerza por representar la complejidad de las alianzas entre Joseon, Ming y Wae, y las dificultades inherentes a la guerra naval de la época. Si bien algunos diálogos podrían ser más sutiles, la película logra transmitir las motivaciones y los sacrificios de los personajes principales. La coreografía de las batallas marinas es espectacular, utilizando efectos visuales y planos secuencia que ofrecen una experiencia inmersiva. Se ven muy bien las maniobras de los barcos, la estrategia y la desesperación de los marineros. Sin embargo, la película podría haber profundizado un poco más en el contexto político y social de la época, ofreciendo una visión más completa de los factores que llevaron a la Batalla de Noryang.

A pesar de algunas pequeñas lagunas, "Noryang: la batalla final" es una superproducción que merece ser vista. Es un homenaje a la valentía y el heroísmo del almirante Yi Sun-shin, un relato épico de un conflicto crucial en la historia coreana, y un espectáculo visualmente impresionante. Para los amantes de las películas de guerra y la historia, es una experiencia cinematográfica inolvidable. Sin embargo, la película podría haber experimentado con un ritmo más ágil para mantener al espectador enganchado en todo momento.

Nota: 7.5/10