Not Cool (2014)

“Not Cool” no es una película que pretenda revolucionar el género de la comedia adolescente, y para ser honesto, tampoco intenta hacerlo. Sin embargo, se erige como una experiencia refrescante y sorprendentemente sincera, que contrasta con la producción a menudo pulida y predecible del cine adolescente actual. La película, liderada por Shane Dawson y Cherami Leigh, se basa en una premisa simple pero eficaz: dos personas, a pesar de sus diferencias y el peso de sus propias heridas emocionales, encuentran consuelo y aventura en la inesperada compañía del otro. Dawson, en particular, entrega una actuación que se aleja de sus habituales papeles como creador de contenido y demuestra una versatilidad que no siempre se le atribuye. Su Scott es un joven cínico, marcado por una ruptura reciente, pero que, bajo la aparente dureza, alberga una vulnerabilidad que se revela gradualmente a través de sus interacciones con Tori. Leigh, como Tori, ofrece una contraparte más extrovertida y optimista, equilibrando a la perfección la dinámica del dúo.

La dirección de la película, aunque no particularmente innovadora, es competente y logra mantener un ritmo dinámico. Las escenas de calle, con sus encuadres improvisados y la espontaneidad palpable, son el corazón de la película. No se trata de coreografías elaboradas, sino de momentos genuinos de conexión y descoordinación, que reflejan la naturaleza caótica y divertida de la amistad. El guion, escrito por Shane Dawson y sus colaboradores, se centra en la construcción de la relación entre Scott y Tori, evitando clichés y momentos melodramáticos innecesarios. Hay diálogos ingeniosos y situaciones cómicas que surgen de la simple interacción de los personajes, y se exploran temas como la superación de la timidez, la aceptación de uno mismo y la importancia de las amistades en momentos difíciles. Si bien algunas situaciones se sienten un tanto forzadas, la película logra transmitir una sensación de autenticidad que pocas comedias adolescentes logran.

Sin embargo, "Not Cool" no está exenta de fallos. El humor, a veces, se inclina hacia lo repetitivo y se apoya demasiado en la personalidad de Shane Dawson, lo que puede resultar cansino para algunos espectadores. Además, la trama, aunque ligera y entretenida, carece de profundidad y no ofrece una resolución particularmente satisfactoria. No obstante, es importante recordar que la película no pretende ofrecer una obra maestra cinematográfica, sino más bien un escape divertido y ligero para el público que busca una comedia adolescente sin pretensiones. La película funciona mejor como una colección de sketches cómicos improvisados que se unen bajo un mismo concepto central. Es un proyecto personal de Dawson, y eso se nota en la actitud desenfadada y poco convencional que impregna toda la producción. La película, en definitiva, es un experimento divertido y que, sorprendentemente, te atrapa con su energía. No te dejará pensando en exceso, pero sí te dejará con una sonrisa en la cara.

Nota: 6.5/10