Objetivo: Patton (1978)

“Objetivo: Patton” (Objective: Patton, 2008) es una película que se atreve a desafiar la narrativa oficial, proponiendo una teoría conspirativa que sacude la figura icónica del general George S. Patton. Más que una simple recreación bélica, esta película intenta ser un thriller histórico, y en gran medida, lo consigue, aunque con algunas concesiones en el camino. La dirección de Jim Shepard, un veterano de guerra con experiencia en documentales, aporta una autenticidad visual y táctica notable, logrando plasmar la brutalidad y la intensidad de la Segunda Guerra Mundial con un realismo visceral que a veces resulta impactante. Se notan los cuidados dedicados a la documentación, utilizando imágenes de archivo y recreando con precisión la logística y las estrategias militares de la época, lo que contribuye a un ambiente inmersivo y convincente.

El guion, co-escrito por Shepard y el propio Patton, se centra en el periodo final de la guerra en Europa, y se centra en la paranoia y la desconfianza que rodeaba al general. La película se construye a partir de una serie de encuentros tensos y diálogos afilados entre Patton y sus hombres más leales, así como con aquellos que parecen tener motivos para deshacerse de él. La trama se mueve con una cadencia constante, evitando caer en clichés y apostando por un ritmo que mantiene el espectador al borde de su asiento. Sin embargo, es inevitable sentir que el guion, a pesar de sus ambiciones, simplifica en algunos momentos la compleja personalidad de Patton, reduciéndolo a un hombre atormentado por el pasado y obsesionado con el honor. La película se centra tanto en la mecánica del posible encubrimiento como en el conflicto interno de Patton, pero podría haber profundizado más en la psicología del personaje.

Las actuaciones son, en su mayoría, sobresalientes. William MacLennan, como Patton, ofrece una interpretación memorable. Logra capturar la intensidad, la ambición y el arrebato del general, transmitiendo su carisma y su imprudencia con una convicción total. No es un retrato idealizado, sino un Patton lleno de contradicciones, con sus virtudes y sus defectos. El reparto de apoyo, compuesto por veteranos de guerra como Brian Dennehy, Kevin Costner y Sam Elliott, también destaca, aportando credibilidad y matices a los personajes secundarios, cada uno con sus propios motivos y dilemas. La química entre los actores es palpable, lo que añade una capa extra de realismo a las escenas clave.

A pesar de su sólida base y sus momentos de brillantez, “Objetivo: Patton” no es perfecta. Algunos espectadores podrían encontrar la trama conspirativa un tanto inverosímil, y la película recurre a algunos momentos de melodrama que, aunque efectivos, podrían considerarse excesivos. Sin embargo, la película es, sobre todo, una exploración interesante de la naturaleza de la guerra, la ambición y la traición, y ofrece una nueva perspectiva sobre una figura histórica compleja y controvertida. Es un thriller histórico inteligente y bien ejecutado que, más allá de la teoría del asesinato, valora la capacidad de adaptación, la valentía y el liderazgo en el frente de batalla. La película incita a la reflexión sobre los sacrificios y las decisiones que se toman en tiempos de guerra, y sobre las consecuencias que pueden tener estos actos.

Nota: 7/10