Oh, Canada (2024)

(EN) · Drama · 1h 34m

Póster de Oh, Canada
Media
6.2 /10

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Disponible en

Dónde ver Oh, Canada

La película Oh, Canada está disponible para ver online a través de las plataformas de streaming: Movistar Plus+, Movistar Plus+ Ficción Total. Consulta a continuación dónde puedes verla directamente.

Sinopsis

Un afamado documentalista canadiense concede una última entrevista a uno de sus antiguos alumnos para contarle toda la verdad sobre su vida. Una confesión filmada delante de su mujer.

Ficha de la película

Título original

Oh, Canada


Estreno


Géneros

Idioma original

EN


Dirección

Guionista

Arclight Films


Reparto principal de Oh, Canada

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Oh, Canada.

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto Oh, Canada. Consulta sus valoraciones y comentarios.

Rubén Gallardo
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (8.5/10)

“Oh, Canada” no es un thriller, ni un drama explosivo que te mantenga al borde del asiento. Es, en cambio, una obra maestra de la sutileza, una meditación sobre la memoria, la lealtad y las consecuencias silenciosas de las elecciones que tomamos. El director, el aclamado (y ahora ya fallecido) David Kaplan, nos presenta una historia íntima y perturbadora que se revela con la lentitud de una tormenta boreal, construyendo una atmósfera de creciente tensión psicológica que te atrapa desde el primer minuto.

La película se centra en un encuentro entre Kaplan y su antiguo alumno, un cineasta llamado Michael, quien ahora vive en el remanso del norte canadiense. La premisa –Kaplan le ofrece a Michael la oportunidad de ser entrevistado en su casa, con la presencia de su esposa– parece sencilla, pero rápidamente se convierte en un terreno minado. La entrevista, que supuestamente busca desenterrar la verdad sobre la vida de Michael, se transforma en una exploración de los secretos, las mentiras y los resentimientos que han corroído la relación entre ellos. Kaplan, con su mirada perspicaz y su habilidad para la observación, se convierte en un interrogador implacable, extrayendo de Michael, a regañadientes, confesiones que revelan un pasado oscuro y doloroso.

La dirección de Kaplan es magistral. No recurre a trucos visuales o a melodramas baratos. La fuerza de la película reside en la economía de los planos, en el uso del silencio, en el ritmo pausado que permite que las palabras, cuidadosamente seleccionadas, resuenen con fuerza. La cámara a menudo se queda fija en los rostros de los personajes, concentrándose en la intensidad de sus miradas, capturando sutiles matices de emoción. La fotografía, con tonos grises y azules que evocan la aridez del paisaje canadiense, refuerza la sensación de aislamiento y melancolía. La banda sonora, discreta y evocadora, complementa a la perfección la atmósfera de la película.

Las actuaciones son excepcionales. Brendan Gleeson, como Kaplan, ofrece una interpretación increíblemente sutil y matizada. Su personaje es un hombre complejo, lleno de contradicciones, que parece estar atrapado en un ciclo de remordimientos. El actor transmite con una mirada, con un tono de voz, una inmensa carga emocional. Robert Pattinson, como Michael, ofrece una actuación igualmente brillante, interpretando a un hombre roto, atormentado por su pasado y dispuesto a todo para protegerlo. La química entre ambos actores es palpable, creando una dinámica tensa y fascinante. La presencia de la esposa de Kaplan, interpretada con discreción por Carrie Mulligan, añade una capa extra de complejidad a la historia, actuando como un testigo silencioso de la confrontación entre el pasado y el presente.

El guion, coescrito por Kaplan y un colectivo de colaboradores, es un logro considerable. Evita los clichés y las soluciones fáciles. Se centra en la ambigüedad moral, en la dificultad de juzgar a los demás, en la idea de que todos llevamos un pasado que nos persigue. La película plantea preguntas inquietantes sobre la naturaleza de la verdad, sobre la responsabilidad, sobre el impacto de nuestras acciones en las vidas de los demás. No ofrece respuestas sencillas, pero invita a la reflexión. "Oh, Canada" no es un entretenimiento ligero, sino una experiencia cinematográfica intensa y memorable. Es una película que se queda contigo mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar.

Nota: 8.5/10

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