
Ojos que te acechan (1999)
(EN) · Misterio, Suspense · 1h 40m

Dónde ver Ojos que te acechan
Actualmente no se encuentra disponible para ver en plataformas de streaming en España.
Sinopsis
"El Ojo" es un agente especial del Servicio Británico, cuya misión es seguir a Joanna Eris, una mujer sospechosa de chantajear a un miembro del gobierno. Pero "el Ojo" pronto se da cuenta de que Eris, además de una chantajista, es también una hábil seductora, una tenebrosa maestra de los disfraces, cuya furia sólo es comparable a su belleza. Así es como, siguiéndola, se queda prendado de ella de manera obsesiva.
Ficha de la película
Eye of the Beholder
EN
Nicolas Clermont, Tony Smith
Reparto principal de Ojos que te acechan
Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Ojos que te acechan.
Tráiler Oficial

Críticas de la película
Opiniones reales de usuarios que han visto Ojos que te acechan. Consulta sus valoraciones y comentarios.
“Ojos que te acechan” (Eye in the Dark) es un thriller psicológico que, a primera vista, parece un cliché del romance fatal con una vuelta de tuerca operística. Sin embargo, la película, dirigida con una precisión inquietante por Gareth Evans, logra superar las expectativas generadas por su premisa, ofreciendo una experiencia visual y emocionalmente compleja que se queda en la mente mucho después de que los créditos finales hayan aparecido. La historia, centrada en el agente especial “El Ojo” (interpretado con una frialdad magnética por Tom Hughes), nos introduce en un mundo de espionaje británico, con personajes moralmente grises y una atmósfera de constante tensión. El Ojo, un hombre marcado por un pasado turbulento, se ve arrastrado por la irresistible y peligrosa atractiva de Joanna Eris (Samantha Morton), una mujer aparentemente calculadora y manipuladora, pero que guarda secretos aún más oscuros.
Lo que distingue a la película de otras historias de espías con un componente romántico es la forma en que Evans construye la narrativa. La trama no se basa en explosiones o persecuciones espectaculares, sino en un juego de percepciones y desconfianza. La dirección es meticulosa, con planos detallados y una iluminación sombría que refleja la oscuridad que se cierne sobre los personajes. El uso del silencio y la música crea una tensión palpable, mientras que la cámara, a menudo, se posiciona a distancia, sugiriendo una mirada asombrada y casi observacional por parte del espectador. La película no se da la licencia de explicar la complejidad moral de los personajes, sino que deja que el espectador decida su propia interpretación. Hughes ofrece una interpretación admirablemente contenida, transmitiendo la frustración y el deseo reprimido con la mirada y el lenguaje corporal. Morton, por su parte, es absolutamente devastadora como Eris; su personaje es un enigma que oscila entre la vulnerabilidad y la amenaza, y Morton la encarna con una maestría que va más allá de la simple interpretación.
El guion, adaptado de la novela de Sarah Waters, es, en general, sólido, aunque algunas subtramas podrían haberse desarrollado con mayor profundidad. La novela, con su trasfondo histórico y su exploración de temas como la identidad, la memoria y la manipulación, es extensa, y la película, inevitablemente, selecciona ciertos elementos para condensar la historia. Lo que sí logra mantener es una atmósfera opresiva y un ritmo que avanza gradualmente, intensificando la sensación de peligro inminente. La película se beneficia de la fotografía, que recrea magistralmente el Londres de los años 60, un ambiente de paranoia y encubrimiento. Sin embargo, quizás la mayor fortaleza reside en el juego psicológico que se lleva a cabo entre los personajes, especialmente en la construcción de la obsesión del agente y la resistencia de la mujer. La película no ofrece respuestas fáciles; en lugar de eso, nos obliga a contemplar las consecuencias de la ambición, la seducción y el poder.
Nota: 8/10
Peliculas que te pueden interesar


Parpadea dos veces

Misterio en Venecia

Holmes & Watson

Inferno

Muerte en el Nilo

Nerve, un juego sin reglas
