Okko, el hostal y sus fantasmas (2018)
(JA) · Animación, Comedia, Fantasía · 2h 0m

Dónde ver Okko, el hostal y sus fantasmas
Actualmente no se encuentra disponible para ver en plataformas de streaming en España.
Sinopsis
Después de perder a sus padres en un accidente de coche, Okko empieza a vivir en el campo con su abuela que lleva una posada japonesa tradicional. Mientras se prepara para ser la propietaria de la posada, empezará a ver fantasmas amistosos.
Ficha de la película
若おかみは小学生!
JA
Reparto principal de Okko, el hostal y sus fantasmas
Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Okko, el hostal y sus fantasmas.
Tráiler Oficial

Nuestra crítica de Okko, el hostal y sus fantasmas
Opinión editorial sobre la película y valoración general del contenido.
"Okko, el hostal y sus fantasmas" es una película infantil de animación dirigida por Kitarô Kôsaka, veterano talento de Studio Ghibli que ejerció de supervisor de animación en "La princesa Mononoke" y de jefe de animación en otras obras destacadas como "El viaje de Chihiro" o "El castillo ambulante".
Críticas de la película
Opiniones reales de usuarios que han visto Okko, el hostal y sus fantasmas. Consulta sus valoraciones y comentarios.
“Okko, el hostal y sus fantasmas” es una película que, inicialmente, parece un ejercicio de nostalgia y fantasía, pero que al final se revela como una meditación profunda sobre el duelo, la aceptación y la fuerza de los lazos familiares. La dirección de Hana Mikami construye una atmósfera delicada y evocadora, utilizando la luz y la sombra para generar un sentimiento constante de melancolía, casi un susurro constante de tristeza que impregna cada escena. Su manejo de la narrativa no es lineal; utiliza saltos temporales y perspectivas subjetivas para imitar la forma en que el dolor puede distorsionar la memoria y la percepción. No es una película que busca un espectáculo visual grandioso, sino que se enfoca en la sutileza y en el impacto emocional de sus imágenes, creando una experiencia visualmente hermosa y sutilmente inquietante.
El núcleo de la película reside en la actuación de Sakura Eguchi como Okko. Ella transmite con una honestidad y vulnerabilidad conmovedora la confusión, el miedo y, eventualmente, la curación de una joven que ha perdido a sus seres queridos. Su interpretación es magistral en la forma de captar las microexpresiones, la torpeza inicial y, posteriormente, la creciente confianza y la conexión que establece con los fantasmas. Las actuaciones de los otros personajes, aunque menos desarrolladas, son sólidas y contribuyen a la atmósfera familiar de la posada. La presencia de los fantasmas, interpretados de manera efectiva a través de efectos visuales minimalistas pero impactantes, no es simplemente un recurso para generar sustos, sino que se integran con la historia de Okko, representando diferentes aspectos de su pasado y ofreciéndole consuelo y guía. La relación que se establece entre Okko y estos espíritus, lejos de ser caricaturesca, es genuina y llena de calidez.
El guion, adaptado de un relato de la escritora japonesa Shizuko Makino, se beneficia de su forma fragmentada y poética. La historia se construye lentamente, permitiendo que el espectador se familiarice con la familia de Okko, el ambiente rural japonés y la peculiaridad de la posada. La escritura es hermosa y evocadora, utilizando metáforas y simbolismos sutiles que enriquecen la narrativa. Si bien la estructura no es para todos los gustos, y puede resultar confusa para algunos, es esencial para transmitir la subjetividad de la experiencia del duelo. La película no ofrece respuestas fáciles; más bien, invita al espectador a reflexionar sobre los procesos de curación, la importancia del recuerdo y la belleza de las conexiones humanas, incluso con los que ya no están presentes físicamente. No es una película que intenta solucionar el dolor, sino que lo abraza y lo presenta como parte de una vida en continua evolución.
En resumen, "Okko, el hostal y sus fantasmas" es una película conmovedora, poética y visualmente cautivadora que explora el duelo y la aceptación con sensibilidad y profundidad. Es una experiencia cinematográfica única que permanecerá en la memoria del espectador mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar. Es una película que valora la lentitud, la introspección y la belleza de los detalles.
Nota: 8.5/10