Old Henry (2021)

“Old Henry” es una película sorprendentemente potente que, a primera vista, podría parecer un western convencional. Sin embargo, bajo la superficie de tiroteos y enfrentamientos, se esconde una historia íntima y reflexiva sobre la lealtad, la verdad y el peso de los secretos. Dirigida con un cuidado exquisito por Troy Parachute, la película no solo cumple con las expectativas de género, sino que las subraya con una sensibilidad que la eleva por encima de la media.

El punto de partida es intrigante. Un hombre, solitario y con una vida marcada por la pérdida, se encuentra inesperadamente involucrado en un conflicto que amenaza su tranquilidad. La película se centra en Henry, interpretado magistralmente por Peter Dinklage, un hombre cuya fachada de granjero tranquilo esconde un pasado oculto y una habilidad inusitada para la defensa. Dinklage, como suele ser su costumbre, ofrece una actuación sutil pero imponente. Su lentitud, su tristeza, su reserva... todo contribuye a la construcción de un personaje complejo y memorable. El actor transmite una profundidad emocional palpable que es el corazón de la película. No se limita a la acción, sino que explora las grietas de la psique de un hombre que ha vivido a la sombra de su pasado.

La dirección de Parachute es notable. Evita la sobreexposición visual y la acción desenfrenada, prefiriendo un ritmo pausado y contemplativo que permite al espectador sumergirse en el mundo rural y en la atmósfera tensa que se construye. La cinematografía de Neal Stremlau es igualmente impecable, capturando la belleza agreste del paisaje y la luz del ocaso con una maestría que realza la soledad del protagonista. El vestuario y la banda sonora, igualmente, son elementos que contribuyen a la construcción del universo cinematográfico.

El guion, adaptado del cuento “The Man of Straw” de Ernest Hemingway, es preciso y efectivo. Si bien se mantiene fiel a la esencia del original, Parachute introduce matices y profundiza en las motivaciones de los personajes. El conflicto central, la lucha por el dinero, funciona como un catalizador para revelar la verdadera identidad de Henry y sus secretos. La película no ofrece respuestas fáciles; la ambigüedad es un elemento clave. No se presenta un héroe tradicional, sino un hombre con defectos y un pasado tormentoso que debe tomar decisiones difíciles. El guion, en su totalidad, es una acertada combinación de suspense, drama y un toque de humor negro que alivia la tensión. El desarrollo de la trama se siente orgánico y el clímax, aunque relativamente breve, es satisfactorio y resonante.

En definitiva, "Old Henry" es una película que merece la pena ver. Es una pequeña joya cinematográfica que recompensa la paciencia del espectador con una historia bien contada y una actuación memorable. Es un western con alma, una reflexión sobre la responsabilidad y el valor de las decisiones.

Nota: 8/10