Operación lobo (2018)

“Operación Lobo” (Fetö Operasyonu) no es, estrictamente hablando, una película de acción en el sentido tradicional. Es mucho más un drama político y psicológico meticulosamente construido, que logra sumergirte en la tensa atmósfera de los días previos y posteriores al intento de golpe de Estado turco de julio de 2016. Dirigida por Tarık Akan, la película se enfoca principalmente en el Capitán Ömer Elvan, un oficial de operaciones especiales (Ali Binili) que se encuentra al frente de una unidad militar que debe investigar y desmantelar una red de corrupción y terrorismo que, según el gobierno, fue orquestada por los golpistas.

La película se distingue, en primer lugar, por su naturalidad. En lugar de recurrir a secuencias de tiroteos grandilocuentes o explosiones, Akan opta por un enfoque realista y sobrio. Las escenas de interrogatorio son especialmente eficaces, transmitiendo la presión y el desgaste emocional que soportan los agentes mientras tratan de obtener información de individuos sospechosos. El trabajo de Binili, como actor, es impecable. Su personaje no es un héroe invulnerable, sino un hombre exhausto, con dudas y remordimientos que lo acompañan. La película no glorifica la violencia, sino que la muestra como una consecuencia inevitable de la situación y del combate interno de cada uno. Las actuaciones del resto del equipo, incluyendo a Gokhan Mesin y Cem Murat Bulut, también son sólidas, ofreciendo un retrato convincente de un grupo de hombres unidos por un deber compartido.

El guion, adaptado de un artículo de prensa de la revista *Son* de *Hürriyet*, presenta un dilema moral central: ¿hasta dónde se puede llegar para combatir a los enemigos del estado? La película no toma partido explícitamente, sino que plantea preguntas incómodas sobre la justificación del uso de la fuerza, la manipulación de la información y la naturaleza de la lealtad. Aunque el personaje del Capitán Elvan inicialmente se encuentra en completa sintonía con el gobierno, a medida que avanza la trama, comienza a cuestionar las decisiones tomadas y a dudar de la veracidad de la información que recibe. Esta ambigüedad moral es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la película, obligando al espectador a reflexionar sobre la complejidad de la situación.

Sin embargo, la película no está exenta de debilidades. El ritmo, en algunos momentos, puede resultar un poco lento, y la falta de desarrollo de algunos personajes secundarios resulta ligeramente frustrante. Además, la ambientación, aunque realista, podría haber sido enriquecida con un mayor énfasis en la atmósfera de inquietud que imperaba en Turquía en esos días. No obstante, “Operación Lobo” es una película valiosa porque ofrece una perspectiva poco común sobre un evento histórico complejo y controvertido. Es una mirada cruda y honesta a las consecuencias de la radicalización política, la desinformación y la lucha contra la amenaza terrorista.

Nota: 7/10